(ESPECIAL)
Desde hace 10 años estudian los modelos educativos digitales y durante la pandemia se adaptaron rápidamente
- Establecieron su metodología propia de disciplina y respeto que tiene sus orígenes en la antigua China.
Desde hace más de 10 años el Colegio Mijares se introdujo al mundo de los nativos digitales que son los niños y jóvenes a los que hoy educan. En lugar de prohibirles el uso de celulares, audífonos, tablets, consolas de juegos portátiles, etc., los aceptaron y los educaron con ellos, siempre marcando la disciplina que caracteriza el modelo educativo de la institución que cumple 70 años.
“Así nos familiarizamos con su manera de pensar, de actuar, fuimos creciendo junto con ellos, tuvimos años de experiencia para comprenderlos y los guiamos para que fueran cuidadosos al compartir e intercambiar información, incluso les enseñamos a programar juegos interactivos, actividades complejas que estimulan el desarrollo de su inteligencia en forma exponencial”, explica la Directora General, la Doctora, Aurora Evangelina Guerra Chiw.
Durante este año del cambio repentino a plataformas digitales por el Covid-19, lo complejo fue mantener la calma con los padres de familia, para sobrellevar el aislamiento social. Gracias a que Aurora es especialista en Terapia Educativa, se imparte en el colegio una clase especial de educación emocional que permite formar personas positivas y permite que los niños y adolescentes afronten mejor los retos que se les presentan en la vida cotidiana.
Las plataformas o aplicaciones que se utilizan son herramientas tecnológicas que los maestros utilizan para la enseñanza, sin embargo, lo más importante es el ingenio, la creatividad y el profesionalismo de los maestros, ya que sin su guía no se lograrían los resultados que se alcanzan. Ahora que los estudiantes están más tiempo en casa se les debe proporcionar un ambiente empático, animarlos a seguir adelante y superarse, en familia se requiere desarrollar la resiliencia, adaptarse y salir fortalecido. Padres y maestros educan con sus palabras, pero mucho más con su forma de ser y con su ejemplo.
El modelo educativo del Colegio Mijares de disciplina y respeto tiene sus orígenes en la antigua China de donde es originario su abuelo Francisco Chiw Kan.
