La falta de aportes por desempleo golpea más al de prima media. (EFE)
Los fondos de pensiones están cobrando más atención que nunca en América Latina, en medio de una pandemia que está impactando la capacidad económica en general.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pandemia ha llevado al desempleo a 41 millones de personas, circunstancia que afecta al sistema de prima media o al de cuenta individual.
En el de prima media, se aporta a un fondo sostenido por el Gobierno en el que, tras los años establecidos, se recibirá una pensión determinada de acuerdo con el promedio de remuneraciones recibidas.
En el de cuenta individual, se depositan aportes que se acumulan mensualmente y se incrementan con la rentabilidad de los portafolios de bajo o de alto riesgo.
La falta de aportes por desempleo golpea más al de prima media. Esos faltantes se reflejan en el balance final de la pensión, pero también afectarán el fondo estatal disponible en un futuro.
INFORMALIDAD: PROBLEMA DE BASE
Otro impacto al sistema pensional lo da la informalidad, ya que se deja de aportar y se crea un hueco en la base previsional.
"Tener como el 70 % de la población informal es algo que no es sostenible. Se van a tener que hacer reformas, que todo el sistema de pensiones sea algo más de ahorro voluntario, pero no como está hoy en día", le aseguró a Efe María Mercedes Cuéllar, exviceministra de Hacienda de Colombia.
Pero la informalidad no sólo tiene que ver con la imposibilidad de aportar por desempleo. "Muchos de los trabajadores formales no tienen fidelidad contributiva. Se ponen de acuerdo (entre patrones y empleados) para no cotizar al seguro", afirmó a Efe Roberto Carlos Salinas, exsuperintendente de pensiones de Honduras.
Según el Banco Mundial, la informalidad laboral en Honduras es de un 58 %, pero ese porcentaje, dice Salinas, podría ser del 80 % por la no fidelidad contributiva.
PENSIONES COMO SALVAVIDAS
En Chile, el 23 de julio se aprobó una iniciativa para que los trabajadores retiren el 10 % de sus ahorros en los fondos privados.
Hasta el 12 de agosto, según la Superintendencia de Pensiones de Chile, el 77 % de los 11 millones de afiliados al sistema solicitó el retiro de sus fondos y más de 3.6 millones de afiliados ya recibieron cerca de 5,000 millones de dólares.