DICHOS DE SOR JUANA

NUNCA ES TEMIDO NI AMADO

QUIEN NO SABE PERSUADIR

La palabra sustantiva vive dotada de un magnetismo que fluye desde su poder significante. Si un oyente voluntario o involuntario escucha la palabra “perro” al momento aparece en su mente la imagen del can. Es inmenso el poder de la palabra y ha sido tema muy observado a lo largo de los siglos. En el proverbio que encabeza este comentario Sor Juana coloca la palabra persuasiva como arma para imponer miedo y como regalo para conquistar amor.

Quizás es exageración llevar a los extremos de miedo y amor la potencia de saber persuadir con la palabra oral, y la hipérbole se acentúa con el adverbio nunca. Pero la hipérbole es un recurso literario para dar fuerza a la expresión con el fin de impresionar en mayor grado. Y el proverbio de la Americana Fénix aparece en un parlamento del dios Mercurio, en su cuarta loa que escribió porque el rey Carlos cumplía 23 años de edad. Es decir, el proverbio aparece en una obra de literatura dramática. En la loa, los súbditos ofrecen tributos y Mercurio, entre cuyas virtudes se cuenta la elocuencia, brinda el poder de persuadir y es él, como se dijo, quien vocea el proverbio sorjuanino de “nunca es temido ni amado / quien no sabe persuadir”.

Igual que gran cantidad de dichos, el escrito por la Décima Musa, algo tiene de verdad aun fuera de su contexto de la obra literaria. Se puede enunciar como máxima que previene o, en el caso de hecho consumado, como reproche por no haber sabido prever. Siempre habrá oportunidad de expresarlo. La vida siempre colocará a alguien en la situación de expresar: Sor Juana dice: “nunca es temido ni amado / quien no sabe persuadir”.