El artista lagunero Santiago Espericueta, junto a Fernando Berlanga y Jesús Alejandro Sifuentes, miembros de la comunidad Mentes con Alas, asociación que atiende a adultos con parálisis cerebral, compartieron la finalización de un mural al interior de la institución, el cual es fruto de una colaboración con algunos de los pacientes.
Se trata de un proyecto iniciado en noviembre del año pasado y que tuvo que ser suspendido por la contingencia sanitaria.
"Me invitaron a realizar un mural con los chavos en la explanada de la calle Ocampo, para hacer partícipes a todos los integrantes y a la gente que entra a esta institución, sobre el simbolismo del corazón en el desierto, de los derechos humanos y de muchas creencias que se tienen sobre la parálisis cerebral", indicó Espericueta.
Para el creativo, es importante desmitificar las ideas erróneas sobre la parálisis cerebral, pues no se trata de un problema mental, sino motriz. Desde esa premisa se partió para incluir en la obra a elementos como la motricidad y especies endémicas del desierto. Así se convocó a una decena de integrantes de la comunidad.
Espericueta es muy cercano a Mentes con Alas, pues en épocas pasadas ya había impartido algunas clases de pintura y procura estar en contacto con los pacientes, por lo que reconoce el reto que ha significado continuar con este tipo de actividades ante la pandemia.
"También representó algo importante porque lo empezamos antes de la pandemia y de pronto viene toda esta situación bien compleja, donde las instituciones tuvieron que cerrar por cuestiones de salud. De por sí ya es una batalla pintar muralismo y también luchar contra todos los estereotipos y las ideas negativas sobre la parálisis cerebral", explicó el artista.
Si bien es cierto que no todos los pacientes con parálisis cerebral cuentan con el mismo nivel de motricidad, el arte auxilia como un ejercicio que se debe hacer diario, para desarrollar la memoria del cuerpo y se puedan desarrollar las ideas.
Además de las técnicas, en este tipo de talleres, Espericueta también comparte a los alumnos los métodos para poder gestionar un proyecto artístico.
"Es una gran experiencia. A veces uno llega pensando que tiene problemas y al ver el entusiasmo de ellos, que a pesar de todo también se levantan y le echan ganas, ahí a uno se le olvida todo. Venir aquí para mí es una sanación del alma y también del cuerpo", cerró Espericueta.
TESTIMONIO
Por su parte, Jesús Alejandro Sifuentes, miembro de la comunidad de Mentes con Alas, compartió que su experiencia en el taller de Santiago Espericueta ha sido fructífera, pues ha mejorado sus dotes artísticos en cuestión de técnica. No obstante, señala que lo importante radica en el descubrimiento de la impresión que el ser humano experimenta.
"Por ejemplo, varios de nosotros no podemos mover bien la mano o el brazo, pero lo importante es que te sientas parte de algo. Hasta el mismo trazo refleja tu estado de ánimo de cuando llegas: si estás contento, si estás triste, si te sucedió algo difícil en tu trayecto, se plasma en la pintura".
Para Sifuentes, el arte implica un descubrimiento de sí mismo, pues los pacientes pueden darse cuenta de sus capacidades y al mismo tiempo funge como una forma de expresión.
"Cuando se nos pregunta qué es la parálisis cerebral, todos decimos que es una mente atrapada en un cuerpo que no responde de la manera en que queremos. Entonces, con las alas la mente es libre. Es una manera de expresarnos y el arte es una manera de expresión. Eso es lo que descubrimos con Santiago y también las capacidades de que podíamos hacer algo que no creíamos hacer".
Asimismo, la elaboración del mural es un reflejo del compañerismo que existe al interior de Mentes con Alas, pues aquellos que no podían dibujar aportaban ideas a sus compañeros por medio de señas. Todos colaboraron para diseñar sus elementos.
"Aunque tenemos diferentes anhelos que alcanzar en nuestra vida, hay cosas que compartimos en común. Y lo que compartimos en común era el corazón, las ganas de salir adelante y ahí está un pedacito de cada uno de nosotros".
ACTUALIDAD
Desde el pasado mes de marzo, la asociación Mente con Alas tuvo que frenar sus actividades presenciales en las que imparten terapia física, emocional y de salud a 27 adultos con parálisis cerebral. Así, la institución organizó un programa y empezó a impartir sus terapias en línea.
Guadalupe Rodríguez Quintero, coordinadora del Área de Rehabilitación Socioafectiva, compartió que el no estar frente a frente con los pacientes, limita el trabajo, pero con el programa virtual entregan guías y videos donde se explican las maneras correctas de seguir sus terapias. Además de un seguimiento telefónico.
"Así es como vamos llevando un seguimiento en su tratamiento aunque sea a distancia, de manera gradual", explicó Rodríguez.
En el área de rehabilitación física, algunos terapeutas visitan a los pacientes en sus domicilios para realizarles majases corporales, empleando las debidas medidas de sanidad. En el área educativa, la situación es similar, pues los docentes acuden a los hogares de los pacientes para entregarles cuadernillos de trabajo.
Santiago Espericueta, Fernando Berlanga y Jesús Alejandro Sifuentes posan en el mural realizado para Mentes con Alas.
OBRA. Santiago Espericueta, Fernando Berlanga y Jesús Alejandro Sifuentes posan en el mural realizado para Mentes con Alas. (El siglo de Torreón / Erick Sotomayor Ruiz)
