El manejo inadecuado de los cubrebocas representa una posible fuente de contagio de SARS-CoV-2. (ARCHIVO)
El uso de mascarillas en uno de los complementos protagonistas en la lucha contra el coronavirus, junto con el distanciamiento social y el gel antibacterial. Pero el manejo inadecuado de los cubrebocas representa una posible fuente de contagio de SARS-CoV-2, en particular para quienes recolectan y procesan esos desechos, afirmó Héctor Castillo-Berthier, integrante del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El investigador resaltó que cuando son arrojados a la basura pasan de protectores a foco de infección, ya que en la mayoría de los casos se mezclan con los desechos cotidianos, los que buscan material reciclado los tocan y dejan de lado, provocando que terminen en las calles. Otro punto de alarma con la ‘nueva normalidad’, es que hay gente que sale a sitios públicos, o al supermercado y lamentablemente algunos solo los portan para entrar, dejándolos tirados, cuando muchas ocasiones los contenedores están cerca, por lo que se quedan en jardines, banquetas o terminan en las coladeras.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que para desecharlos primero se deben colocar en una bolsa de plástico y cerrarla muy bien. No ponerlas en el material de reciclaje, para que no lleguen a las manos de pependores o recolectores.
Mientras que la desinfección para los cubrebocas de tela es diario para que queden libres de sudoración y las gotículas de saliva que normalmente se desprenden al hablar. La Universidad de Harvard indicó que el método más efectivo es con agua y luego en el microondas con una rejilla de plástico de tres a cinco minutos, ya que si se lavan con agua y jabón se pierden las propiedades contra un posible contagio. Además las mascarillas desechables se recomiendan usarse de dos a tres veces máximo para luego tirarse.
Desde el inicio de la pandemia, millones de mascarillas desechables han sido utilizadas y muchas de ellas han acabado en el mar, como lo evidenció la ONG francesa Opération Mer Propre (Operación Mar Limpio), que regularmente recoge desechos de las aguas de la Riviera Francesa, en el sur de Francia.
