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DR. IGNACIO MÉNDEZ LASTRA

CLUBES ROTARIOS DE ÁFRICA ORIENTAL FORJAN ALIANZAS PARA PROPORCIONAR ESTACIONES DE LAVADO DE MANOS Y DE DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS EN ZONAS DONDE EL DISTANCIAMIENTO SOCIAL ES UN LUJO QUE POCOS PUEDEN PERMITIRSE.

Casi el 80 por ciento de la población de Nairobi (Kenia) vive en asentamientos informales donde es común que varias familias vivan juntas en una sola casa. Sobreviviendo día a día con los magros salarios que ganan como empleados de tienda, trabajadores de la construcción o empleados domésticos, hasta ocho personas cocinan, hacen sus deberes, comen y duermen en estos espacios reducidos.

En resumen, el distanciamiento social es un lujo que muchos kenianos pobres no pueden permitirse.

"Si la pandemia [COVID-19] golpea aquí, como lo ha hecho en América del Norte y otros lugares, será simplemente catastrófica" debido a la incapacidad de practicar el distanciamiento social, explica Geeta Manek, fiduciaria electa de la Fundación Rotaria y socia del Club Rotario de Muthaiga (Kenia). "Estamos trabajando arduamente, implementando medidas preventivas y tratando desesperadamente de mantener esta enfermedad alejada de nosotros".

Poco después de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia de COVID-19, Joe Otin, gobernador del Distrito Rotario 9212 (Eritrea, Etiopía, Kenia y Sudán del Sur), formó un equipo de respuesta en todo el distrito. Presidido por el rotario de Nairobi-Este Joe Kamau, el equipo trabaja con clubes de todo el distrito para proporcionar estaciones de lavado de manos, entregar alimentos a familias que han perdido sus trabajos y recaudar fondos para adquirir equipos de protección personal.

"El mundo necesita a Rotary ahora más que nunca antes".

Los tanques de 100 litros de agua descansan sobre soportes metálicos y tienen grifos de latón al pie de ellos y una repisa para el jabón.

"Cuando [Kamau] nos preguntó qué queríamos hacer primero, dijimos: comencemos con las estaciones de lavado de manos", dice Manek, integrante del equipo de respuesta.

Manek dirigió una campaña de recaudación de fondos en Etiopía y Kenia en la que se recaudaron más de 21 000 dólares en un plazo de 20 días. El Prime Bank de Kenya se ofreció a igualar todas las contribuciones. El equipo usó el dinero para comprar 100 tanques de agua y luego persuadió al proveedor para que donara otros 100. Los tanques de 100 litros de agua descansan sobre soportes de metal y tienen grifos de latón al pie de ellos y una repisa para el jabón. El equipo de respuesta distribuyó estas estaciones de lavado de manos en Kilifi, Mombasa y Nairobi y ahora trabaja con los departamentos nacionales de salud para decidir a quién ayudar a continuación. Los tanques son rellenados por camiones, pero las autoridades locales también están discutiendo formas de canalizar el agua.

Los Grupos de Rotary para Fomento de la Comunidad, grupos de no rotarios que trabajan junto a socios de Rotary en proyectos de servicio, enseñan a la gente técnicas eficaces para lavarse las manos, cuentan el número de veces que la gente regresa a lavarse las manos y recogen otros datos. Los clubes también colaboran con Shofco, una organización de base que proporciona servicios esenciales, apoyo y educación para niñas y mujeres de los barrios marginales de Kenia, para supervisar las estaciones.

El equipo de respuesta también utiliza las estaciones para pedir a las personas que vienen a lavarse las manos información acerca de familias que no tienen suficientes alimentos. Manek dice que la orden de trabajar desde casa hace imposible que los trabajadores se ganen la vida, por lo que los clubes distribuyeron paquetes de azúcar, harina de maíz, arroz, lentejas, sal y jabón.

La compra de equipo de protección personal para los trabajadores de la salud de primera línea ha sido más difícil. Manek dice que han podido negociar con vendedores y donantes para conseguir algunas mascarillas y batas quirúrgicas, pero los suministros son escasos y gran parte de ellos sólo están disponibles por vía aérea, lo que encarece su precio.

Si hay un lado positivo de la crisis, ha sido la forma en que ha energizado a los rotarios y atraído la atención de las organizaciones colaboradoras.

"Hemos sido los primeros sobre el terreno", dice Manek. "Estamos recibiendo invitaciones de aliados corporativos como bancos y compañías de seguros que ven lo que hacemos y quieren trabajar con nosotros."

Manek se ha involucrado más en su país natal, Kenia, pero dice que los rotarios también han estado activos en Eritrea, Etiopía y Sudán del Sur.

"A través de esta iniciativa, nos hemos encontrado con tantos socios que no sabíamos que existían, o si hubiéramos sabido que existían, les habríamos dejado hacer lo suyo y nosotros lo nuestro", dice Manek. "Ahora, la gente viene a nosotros. Quieren un socio creíble. No quieren dar dinero a un fondo común para luego no saber a dónde va. Todos estos valores que hemos compartido con el mundo están dando frutos."

"El propósito final de los clubes rotarios es abrazar y apoyar a las comunidades necesitadas, y por lo tanto el mundo necesita hoy a Rotary más que nunca antes" concluye Otin.

"ROTARY CONECTA AL MUNDO"

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