Con su victoria ante Vaqueros la semana pasada, las Águilas de Filadelfia controlan su destino de cara a la postemporada.
Con la postemporada a la vuelta de la esquina, la Conferencia Nacional solo tiene un boleto para los playoffs en espera de las Águilas de Filadelfia o Vaqueros de Dallas, que disputan el campeonato de la División Este.
Tras 16 semanas jugadas, Vaqueros y Águilas llegan al último compromiso de temporada regular con la posibilidad de acceder a la ronda de comodines de la Nacional.
Filadelfia, con récord de 8-7, lleva mano, por lo que una victoria hoy en su visita ante Gigantes de Nueva York (4-11) le daría el acceso a la siguiente fase.
Los dirigidos por Doug Pederson tratarán de recuperar el título divisional que conquistaron en 2017, luego de que en la campaña pasada lo perdieran a manos de los entrenados por Jason Garrett.
En la semana pasada, las Águilas dieron un golpe sobre la mesa al superar 17-9 a los Cowboys, sin la mayoría de sus receptores titulares y con su ala cerrada estrella, Zach Ertz, lesionado durante la mayor parte del juego.
A pesar de que Ertz hizo todo lo posible por recuperarse, será baja por una fractura en las costillas, aunque no todo fueron malas noticias, ya que el corredor Jordan Howard recibió el alta médica y podrá ver acción en la "Gran Manzana".
Enfrente tendrán a unos Gigantes que procurarán despedir la campaña regular de la mejor manera, luego de una racha de dos victorias en fila, en lo que probablemente sea el adiós del mariscal de campo Eli Manning de la organización neoyorquina.
En su pasado enfrentamiento, Águilas sufrió para vencer a Gigantes 23-17 en tiempo extra en la semana 14; por lo que buscarán repetir la dosis a domicilio y conseguir el boleto.
DALLAS, POR EL 'MILAGRO'
Con marca de 7-8, el equipo de la "estrella solitaria" recibe a Pieles Rojas de Washington (3-12) en Arlington, a la espera de que Filadelfia caiga para asaltar el primer lugar del este que les asegure la clasificación, ya que con 8-8, el criterio de desempate favorecería a Dallas al tener marca de 5-1 ante rivales de su misma división.
De no clasificar a playoffs, los Cowboys podrían darle las gracias al entrenador Jason Garrett, de quien los aficionados piden su cabeza y exigen su salida, luego de no haber conseguido llegar a una final de conferencia ni mucho menos un campeonato.
Por su parte, los Redskins tratarán de cerrar decorosamente la fase regular y ponerle el pie a uno de sus máximos rivales en la división, para empezar a planificar la siguiente campaña.
