La calle principal del ejido fue el punto de reunión para que los cerca de 30 chiquitines, algunos acompañados de sus madres, disfrutaran de la grata visita. (EL SIGLO DE TORREÓN)
También niños del municipio de Francisco I. Madero tuvieron posada, los elementos de la Policía Civil Coahuila acudieron para convivir con los pequeños que viven en sectores con alta marginación.
Es ya una tradición que los policías se organicen para llevar un regalo previo a la Navidad a los menores que viven en sectores muy vulnerables.
La caravana de unidades policíacas llegó al ejido Nueva Trinidad, lo que causó asombro, pero cuando los elementos les pidieron que se acercaran para quebrar la piñata, rápidamente algunos vecinos llamaron al resto para que se reunieran.
El comandante “Graciano”, como lo conocen en el municipio, manifestó que son varios años los que entre los compañeros se organizan para comprar pastel, piñata, jugos o chocolate y un pequeño presente para acudir a los ejidos o colonias a pasar un rato agradable con los niños.
La calle principal del ejido fue el punto de reunión para que los cerca de 30 chiquitines, algunos acompañados de sus madres, disfrutaran de la grata visita.
Como en Madero, los diferentes agrupamientos de la Secretaria de Seguridad Pública distribuidos en todo el estado, realizaron esa actividad, pues como se mencionó es ya una tradición, pues los comandantes coinciden que ellos también tienen hijos, hermanos, padres y en muchas ocasiones no pueden pasar estas fechas con ellos, y significa mucho compartir con los pequeños que menos tienen un poco de lo que es la Navidad.