El pleno del Senado aprobó este posicionamiento de la cámara alta, en el cual reiteró que la aplicación de la ley en nuestro territorio, y en particular, la persecución de los delitos cometidos en México, compete exclusivamente a las autoridades nacionales. (NOTIMEX)
El Senado de la República rechazó la posible designación de organizaciones criminales mexicanas como terroristas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y ratificó su postura de estricta defensa de la soberanía nacional y contra cualquier intento de intervención por parte de otro Estado.
“El Senado de la República manifiesta su pleno respaldo a las gestiones del Ejecutivo Federal para defender la vía del diálogo y la cooperación como mecanismo que permita a México y a los Estados Unidos de América hacer frente a los asuntos comunes que afectan a la región", señala el posicionamiento.
"Particularmente el tráfico de armas, el crimen organizado trasnacional y sus operaciones financiera, así como cumplir con las responsabilidades compartidas”, señala el acuerdo.
El pleno del Senado aprobó este posicionamiento de la cámara alta, en el cual reiteró que la aplicación de la ley en nuestro territorio, y en particular, la persecución de los delitos cometidos en México, compete exclusivamente a las autoridades nacionales.
Lo anterior, precisó, sin perjuicio de la cooperación con otro Estado, en los términos del Derecho Internacional, sin que ello implique ningún tipo de intervención extranjera. “Tal cooperación, empero, jamás implicará que gobiernos extranjeros asuman atribuciones que solo correspondan al gobierno de México”.
El acuerdo presentado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) apunta que el Senado de la República asume que, en todo momento, el gobierno de la República honrará y defenderá los principios de política exterior consagrados en la Constitución y que han dado identidad y dignidad al pueblo de México.
En voz de la presidenta del Senado se dio a conocer el acuerdo, donde se precisan dichos principios como:
“La no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos, y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.
