Las autoridades iraníes comenzaron este miércoles a restaurar la conexión de internet en los teléfonos móviles. (ARCHIVO)
Las autoridades iraníes comenzaron este miércoles a restaurar la conexión de internet en los teléfonos móviles, que llevaba cortada desde el pasado día 16 a causa de la ola de protestas y disturbios en el país.
Según confirmaron a Efe usuarios de varias compañías iraníes, sus datos móviles ya están funcionado, algunos desde hace unas horas y otros, pocos minutos.
La compañía telefónica que empezó primero a proveer internet a sus clientes fue Irancell, mientras que la otra gran empresa, MCI, ha ido con un poco más de retraso.
Las líneas fijas ya están operativas desde el sábado pasado, dos días después de que el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, el órgano encargado de la decisión de bloquear internet, informó de la aprobación de la conectividad "para algunas áreas".
Las principales zonas que se mantuvieron bloqueadas se encontraban en las provincias de Fars (sur), Juzestán (suroeste) y Alborz (norte), lugares donde los disturbios fueron de mayor intensidad y duración.
Al menos en Juzestán, la conectividad de las líneas fijas se restableció hoy, pero todavía no la de los teléfonos móviles, indicó a Efe un habitante de esa provincia.
Las autoridades decidieron cortar internet el pasado 16 de noviembre debido a la deriva en graves disturbios de las protestas desatadas un día antes por la subida del precio de la gasolina entre un 50 % y un 300 %.
El hecho de que las redes sociales fueran el medio empleado para organizar las protestas y difundir vídeos de las mismas fue el detonante de esta medida, muy criticada a nivel internacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunció el pasado día 21 que Irán bloqueó el acceso a internet para ocultar "las muertes y la tragedia" provocadas por sus propios líderes.
Tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch han denunciado que más de 140 manifestantes han muerto en una veintena de ciudades por la represión de las fuerzas de seguridad y que los detenidos se cuentan por miles.
Sin embargo, las autoridades iraníes no han ofrecido un balance de víctimas mortales y el ministro del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazlí, se limitó hoy a hablar de los daños materiales cometidos por "vándalos".
Rahmaní Fazlí explicó que entre los blancos de la destrucción figuran 731 sucursales bancarias, 140 propiedades públicas, 70 gasolineras, 50 sedes policiales y nueve centros religiosos, así como cientos de vehículos.
