En la temporada invernal es más frecuente que se registren casos de parálisis facial por los cambios bruscos de temperatura. (ARCHIVO)
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emiten recomendaciones para evitar parálisis facial.
Los cambios bruscos de temperatura, infecciones virales y golpes en el oído son factores que pueden provocar parálisis facial, la cual se identifica cuando el rostro se jala hacia el lado sano (asimetría facial) y se paraliza, lo cual provoca incapacidad para cerrar el ojo, lagrimeo y en algunas ocasiones la pérdida del sentido del gusto.
Saúl Segovia López, especialista en rehabilitación, explica que este padecimiento se presenta cuando los músculos faciales se debilitan, de ahí la importancia de atender cualquier afección en oído y garganta. También recomienda evitar los cambios súbitos de temperatura, porque afectan las pequeñas arterias del nervio facial, que al pasar de un sitio cálido a uno frío, se cierran y ocasionan pérdida o deterioro de la función.
El experto asegura que la parálisis facial es una emergencia médica, por lo que debe tratarse de inmediato para evitar asimetrías en el rostro y afectación en otros órganos como la vista, en donde pueden ocurrir ulceraciones o daño ocular. Entre más rápido se atienda y revierta, más posibilidades habrá de una recuperación total.
Por lo general se manifiesta a través de la pérdida del movimiento muscular voluntario de un lado del rostro; imposibilidad para cerrar alguno o los dos ojos y/o de mover la boca, dificultad para masticar o alteración del olfato y del gusto. Suelen presentarse síntomas como el hormigueo, sensación de adormecimiento y malestar en la mitad de la cara.