A pesar de los hechos que se registraron ayer en la mañana, los grupos de danzas acudieron a la iglesia a la bendición de danzas. (FERNANDO COMPEÁN)
En la celebración del 75 aniversario del arranque de las peregrinaciones en Torreón a la Virgen de Guadalupe, el párroco Alejandro Cerón, dijo que pese a las circunstancias que se han presentado en la región, el fervor guadalupano se hace presente porque se lleva en las venas y es el ADN de los mexicanos como cultura mexicana.
El 8 de diciembre de 1944 iniciaron las peregrinaciones a la Virgen Morena en Torreón, con lo cual se muestra la gran devoción de los laguneros, visitando su casa o bien rezando para recibir su protección todos los días.
Los datos de la parroquia de Nuestra Señora de la Virgen de Guadalupe indicaron que se inscribieron 1,100 peregrinos, entre familias, colegios, sindicatos y empresas, quienes visitarán hasta el 11 de diciembre su templo como parte de su fe y devoción que le tienen.
La estimación hecha por parte del comité organizador de las fiestas guadalupanas es la participación de 120 mil peregrinos durante las fiestas patronales.
El párroco Alejandro Cerón comentó que "el fervor guadalupano se lleva en las venas y es el ADN de los mexicanos como parte de su cultura", asegurando que esta seguirá adelante pese a las divisiones y movimientos sectarios.
Declaró que algo que une a las personas como mexicanos es la devoción a la Virgen María, por lo que confía que todo siga adelante.
Manifestó que en tiempos difíciles lo mejor es poner buena voluntad y confiar en la gracia de Dios para no dejarse amedrentar ante los hechos violentos.
"En tiempos difíciles hay que encomendarse a la madre santísima y, como dice el evangelio, no se debe tener miedo ante guerras y terremotos, sino llevar una vida sana y pasar por el mundo haciendo el bien como Jesús", citó.
Luego de mencionar que el 3 de diciembre la Diócesis de Torreón realizará su peregrinación, reconoció que las circunstancias de la vida que se presentan ponen a prueba la fe de los feligreses, pero que si se presentan en gran magnitud para cancelar actos religiosos, opinó que son un signo para tener una mejor meditación y redoblar la fe dentro del marco de las peregrinaciones.
El mensaje que brinda a los feligreses es darles una bienvenida a los tiempos de gracia y a que no se dejen vencer por el desánimo, por penas y dolores de pruebas que se presentan ante hechos de violencia.
"Nuestra madre nos dijo que nada te aflija y asuste, yo estoy aquí que soy tu madre", dijo.
Pidió a los fieles que la fe que se pone en las peregrinaciones se haga realidad en la vida cotidiana, en un compromiso con la familia, en el trabajo y en la honestidad, buscando siempre el bien común, no los intereses personales.
