Al menos siete civiles han muerto, entre ellos tres niños, y otros diez han resultado heridos este domingo por ataques aéreos rusos en el sur de la provincia de Idlib. (ARCHIVO)
Al menos siete civiles han muerto, entre ellos tres niños, y otros diez han resultado heridos este domingo por ataques aéreos rusos en el sur de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria y último feudo opositor en el país.
La Defensa Civil Siria, conocidos como los "cascos blancos", indicó en su cuenta de Twitter que aviones rusos, principal aliado de Damasco, llevaron a cabo tres ataques aéreos este mediodía contra la población de Kafr Roma, que fueron seguidos de disparos de artillería por parte del Ejército sirio.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la cifra de decesos y apuntó que podría aumentar debido a la gravedad de los heridos.
Los "cascos blancos", que operan en zonas que no están controladas por Damasco, informaron ayer de otro ataque ruso contra casas de civiles y un campo de desplazados al este de la ciudad de Idlib, capital de la provincia homónima, en el que una niña pequeña pereció.
El 31 de agosto se llegó a un acuerdo de alto el fuego unilateral contra la región, aunque todo apunta a que el Ejército ha retomado las operaciones en la zona después de que el presidente sirio, Bachar al Asad, apareciese en la línea de batalla hace unas semanas supervisando la ofensiva.
Esa fue la primera aparición del gobernante en Idlib desde que comenzó la guerra en Siria, en 2011.
Idlib está controlado mayoritariamente por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda y principal objetivo de Damasco y Moscú para eliminar el "terrorismo" en Siria.
