La misión de la OTAN en Irak, desplegada para formar y asesorar a las Fuerzas Armadas iraquíes, continúa pese a las protestas antigubernamentales que atraviesa el país. (EFE)
La misión de la OTAN en Irak, desplegada para formar y asesorar a las Fuerzas Armadas iraquíes para aumentar su eficiencia frente a los terroristas del Estado Islámico (EI), prosigue su labor sin verse afectada por las protestas antigubernamentales en el país, informó este jueves su comandante, Dany Fortin.
"Nuestras actividades continúan. Hemos seguido con nuestra formación en las escuelas militares, en Besmayah, en la ciudad de Bagdad. Eso no ha tenido un efecto en nuestras actividades", indicó el mayor general canadiense en un encuentro con un reducido grupo de periodistas en Bruselas.
La actual ola de protestas dio comienzo el pasado 25 de octubre y en ella han muerto un centenar de personas, después de un primer estallido a principios de octubre en el que fallecieron casi 160 personas en poco más de una semana. Miles de iraquíes han resultado heridos en este periodo.
Fortin señaló que "algunos movimientos en algunas actividades" se han visto afectados temporalmente y que la jerarquía militar ha tenido que "reajustar agendas", pero de manera general, aseguró, "no nos hemos visto afectados por las protestas en curso".
Los iraquíes salen a la calle a protestar principalmente por la falta de oportunidades económicas y de servicios básicos públicos, que los ciudadanos achacan en gran medida a la corrupción y la mala gestión de los dirigentes políticos.
Fortin explicó, de hecho, que entre los problemas que intenta ayudar a corregir la misión aliada en Irak están la corrupción y la falta de transparencia.
"Hemos construido las relaciones, la confianza entre la cúpula del Ministerio de Defensa", dijo, al tiempo que destacó que los militares de la OTAN allí desplazados son "apreciados, reconocidos por otras partes como un interlocutor clave con el Ministerio de Defensa en el área de formación y asesoramiento".
La misión de la Alianza pretende "formar a los formadores" de las fuerzas de seguridad iraquíes, identificar a las personas más idóneas para llevar a cabo esa responsabilidad y asesorar sobre una mejor gestión de los recursos humanos, el Estado de derecho o la perspectiva de género.
"Nos centramos en las condiciones para una asociación a largo plazo entre la OTAN e Irak", comentó el militar, quien insistió en que la meta es "establecer unas fuerzas de seguridad que se sostengan por sí mismas".
Fortin, que detalló que la misión cuenta ahora con unos 500 efectivos entre personal militar, de asistencia y civil, no pudo precisar hasta cuándo permanecerá en Irak.
"Sería especular", opinó, aunque afirmó que "la OTAN está allí para quedarse" no físicamente, sino a través de los conocimientos que está impartiendo.
Todos los aliados contribuyen a la misión, entre ellos España, que ha enviado efectivos para formar a altos cargos militares en Besmayah y en el cuartel general en Bagdad. "España es un importante contribuyente a la misión", comentó.
