La población chilena cada vez pide con más fuerza una asamblea constituyente, sin que cambios en gobierno surtan efecto.
El descontento social sigue vivo y se manifiesta con fuerza por las calles de Chile a dos semanas de su comienzo, sin que los anuncios y gestos del Gobierno para amainar la situación surtan efecto alguno en una población y su ansia de cambios.
Ni la agenda social propuesta desde el Ejecutivo, ni la destitución de ocho ministros, ni el diálogo social que promete el presidente Sebastián Piñera parecen resultarle suficiente a una población, que cada vez pide con más fuerza una asamblea constituyente.
Ayer, con el lema "La marcha más grande de todas", los chilenos volvieron a manifestarse en Santiago y en otras ciudades del país con banderas de Chile, de la comunidad mapuche o carteles con quejas y peticiones de cambio fueron la tónica general entre cánticos y bailes de carácter festivo.
En la capital, a pesar de que la mañana fue tranquila y sin grandes aglomeraciones, la gente comenzó a acumularse durante la tarde en la Plaza Italia, epicentro de las protestas.
Con el paso de las horas los cientos se convirtieron en miles y de ahí sumaron decenas de miles, hasta una cifra que sobrepasó las 20 mil personas, según fuentes oficiales de la Intendencia, lo que fue muy criticado por los ciudadanos, que consideran que había muchas más personas.
Más cambios
El presidente Sebastián Piñera informó ayer a los grandes empresarios que ya no serán favorecidos con un proyecto de ley para rebajar los impuestos a los más ricos de Chile.
* Piñera busca frenar las multitudinarias protestas con estos cambios.
* Ha impulsado un paquete de medidas sociales de mejoras leves, además de un nuevo gabinete.