Las mujeres trans, además de ser duramente criticadas por su físico, son discriminadas por instituciones públicas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La violencia que sufren las mujeres trans se recrudece con el nulo reconocimiento de sus derechos, alertó Ezequiel García, líder de Miembros de la Comunidad Gay de Durango A.C.
Se desconoce cuantas mujeres trans hay en Durango, ya que muchas viven en la invisibilidad por temor al rechazo, indicó.
El único dato que refirió en torno a mediciones sobre este grupo, es que el 10 por ciento de la población pertenece a la diversidad sexual.
Pero sobre las personas trans, hombres y mujeres, se desconocen cifras.
"Ser homosexual, lesbiana o bisexual es difícil, pero ser trans, representa escenarios aún más adversos", admitió el activista.
En este contexto, esperó que haya más visibilidad de este sector en la entidad y que en algún momento, se manifiesten como recientemente las mujeres lo han hecho contra la violencia.
"El movimiento feminista ya levantó la voz, y es admirable, nosotros también esperamos hacerlo".
Ser trans no solo es exponerse a críticas por el físico, sino a la exclusión en servicios y en atención dentro del Sector Salud.
Al respecto, el activista comentó que hay prejuicios relacionados con la feminidad, que alientan a la discriminación y la violencia, por lo "que tenemos que dejarlos a un lado".
La hostilidad afecta más cuando es perpetrada en instituciones públicas de Salud o de seguridad.
"Son vulneradas por elementos de seguridad y por personal del Sector Salud".
La situación de violencia ha provocado que estas mujeres se encuentren en condiciones de pobreza. Pese a ello, en Durango no se prevé que los diputados locales contemplen aprobar la Ley de Identidad de Género, lamentó.
De esta manera, actualmente las personas trans son discriminadas cuando realizan algún trámite, por ejemplo bancario, ya que su identidad de género es distinta a la establecida en su documentación oficial.
