El reporte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo detalla que en México hay 31 millones de personas entre 15 y 29 años, de los cuales casi la mitad, 15.2 millones (49.1 por ciento), trabaja. (AGENCIAS)
La precarización del empleo mexicano durante los últimos años ha impactado principalmente a los jóvenes que se integran al mercado laboral, quienes se contratan con bajos salarios y sin prestaciones laborales, lo que limita su futuro desarrollo, muestran cifras oficiales.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al primer trimestre de 2019 del Inegi, indican que ocho de cada 10 jóvenes que laboran ganan tres salarios mínimos o menos, es decir, un máximo de 9 mil 241 pesos al mes.
Como parte del Día Internacional de la Juventud, un estudio de la ONU muestra que el ingreso a la vida laboral de este segmento de la población es el comienzo de una de las etapas más importantes en su vida, al generar recursos económicos propios o para sus familias.
Además, se incrementa la probabilidad de independencia, la productividad económica y se define el potencial individual de posibilidades de avance en la sociedad. La forma y el momento en que lo hagan pueden tener grandes implicaciones en su vida familiar y su relación con la sociedad.
El reporte de la ENOE detalla que en México hay 31 millones de personas entre 15 y 29 años, de los cuales casi la mitad, 15.2 millones (49.1 por ciento), trabaja.
La participación de los hombres jóvenes en el mercado laboral es mayoritaria, con 63.7 por ciento del total (9.7 millones), contra las mujeres, con 36.3 por ciento (5.5 millones), cuya actividad laboral, en gran parte de los casos, está limitada por responsabilidades de apoyo en el hogar.
Del total de jóvenes que laboran, 1.3 millones (8.7 por ciento) no reciben ingresos, pues están integrados a alguna actividad económica familiar, sobre todo del sector rural.
De los que sí perciben ingresos, hay 2.9 millones de jóvenes (19.2 por ciento) que ganan un salario mínimo; sin embargo, la mayor parte, 5.7 millones (37.3 por ciento) perciben más de uno y hasta dos salarios mínimos; 2.6 millones (16.7 por ciento) ganan más de dos y hasta tres salarios mínimos; 882 mil (5.8 por ciento) más de tres y hasta cuatro mínimos, y solo 226 mil (1.5 por ciento) ganan más de cinco mínimos. Hay 1.6 millones (10.8 por ciento) que no especificaron sus ingresos.
Solo 4 de cada 10 jóvenes trabajadores laboran en el sector formal, por lo que el restante 60 por ciento (9.2 millones de jóvenes) trabaja en la informalidad, es decir, no cuenta con prestaciones de Ley como aguinaldo, utilidades, vacaciones y acceso a instituciones de salud.
Además, hay 12.3 millones de trabajadores entre 15 y 29 años que laboran de manera subordinada, de los cuales, más de la mitad, 6.4 millones (52.1 por ciento), no tienen acceso a instituciones de salud y no cuentan con un contrato por escrito.
FUERA DEL MERCADO LABORAL
De las 31 millones de personas de entre 15 y 29 años en el país, 14.8 millones están considerados en la Población No Económicamente Activa, es decir, que no trabajan o buscan trabajo en el mercado laboral. Según la actividad que desarrollan, 52.7 por ciento son estudiantes, 37.9 por ciento se dedicaron a quehaceres del hogar y 4.8 por ciento están en alguna otra situación.
Al distinguir actividad, de acuerdo con el sexo, en los varones, 84.4 por ciento son estudiantes y 6.7 por ciento se dedicaron al hogar.
En el caso de las mujeres, las proporciones son distintas: 43.3 por ciento estudian y 54 por ciento se dedicaron a quehaceres, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018.
