Magdalena y su nieta Sol Milagros acudieron para darle las gracias al Divino Niño, por su recuperación. (EDITH GONZÁLEZ)
La recuperación sorprendente y muchas veces inexplicable de alguna enfermedad u otros actos que parecen imposibles y se desarrollan después de pedir la intervención divina, son considerados "milagros" por los creyentes y devotos.
Al Divino Niño recurren aquellas personas que piden por infantes, tal es el caso de Magdalena. Ella cuenta que hace días su nieta, Sol Milagros, estuvo internada de gravedad; el personal médico no tenía un diagnóstico certero y su salud, con el paso del tiempo, se iba deteriorando.
"Yo se la prometí al Divino Niño, le dije que me ayudara y pues al último de todos los estudios que le hicieron salió que tenía un riñón y los intestinos inflamados, le dieron su tratamiento y salió bien", contó la mujer originaria del ejido Salamanca, de Lerdo.
Ayer, junto con Sol Milagros vestida con una túnica rosada, acudió al Santuario del Divino Niño a cumplir la promesa que le hizo entre lágrimas, hace quince días.
Ahí mismo se encontraba María de Jesús con su hija, Mía Sofía, una pequeña de tres años. Hace un año a la niña se le cayó un televisor encima.
"Le cayó una tele analógica encima y se le quebró el fémur. Le prometimos al Divino Niño que sanara y si no necesitaba clavos, ni nada de eso, la íbamos a estar trayendo a la Iglesia. La niña ni necesitó nada, más que el puro yeso".
Cerca de ella se encontraba Rosa Linda, originaria del municipio de Matamoros, con su nieto Saúl Tadeo de un año cinco meses. Ella prometió su asistencia este día, si el niño nacía con bien, debido a que su anterior nieto falleció.
A un costado, se encontraba, María Dolores. Ella tenía amenaza de aborto y también pidió la intervención del Divino Niño. Ahora su hijo, Luis Antonio, va a cumplir dos años.
