Según las autoridadeds californianas, la situación se encuentra bajo control.
Miles de hogares permanecen sin energía eléctrica, decenas de casa dañadas, algunos heridos leves, grietas en carreteras, y varios fugas de gas que provocaron incendios menores, es el balance que hasta ahora se realiza en California, tras el fuerte sismo de la noche del viernes, el más potente en 20 años.
Las autoridades de California reportan que la situación está bajo control luego del sismo de 7.1 grados del viernes por la noche que ocurrió a unos 17 kilómetros al noreste de Ridgecrest, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Expertos indicaron que este nuevo terremoto fue cinco veces más potente que el sismo de magnitud 6.4 del jueves, también ubicado cerca de Ridgecrest, reportó la cadena informativa CNN.
La tierra no ha dejado de moverse desde el temblor del jueves, que han registrado unas mil 400 réplicas hasta el nuevo sismo de 7.1 grados que ya lleva cientos de réplicas, alguna de hasta 5.0 grados, según datos del sismológico.
El sismo de magnitud 7.1 sacudió edificios, abrió grietas en carreteras, provocó fugas de gas que a su vez causaron varios incendios en la infraestructura de Ridgecrest, y algunos heridos leves, reportó CNN.
Los residentes informaron sobre interrupciones del suministro de agua y electricidad, mientras que las comunicaciones se interrumpieron en algunas áreas, informó el director de la Oficina de Manejo de Emergencias del Gobierno de California, Mark Ghilarducci.
La empresa de energía eléctrica, Edison, reportó que al menos unos tres mil residentes en Ridgecrest y zonas aledañas permanecen sin el servicio eléctrico después del terremoto.
La prensa local reportó que cientos de residentes pasaron la noche durmiendo fuera de sus casas, ante el temor de un nuevo movimiento telúrico.
Autoridades declararon estado de emergencia en Ridgecrest y en el condado de San Bernardino y los sismólogos esperan más réplicas, reportó CNN.
