Miles de profesores chilenos en paro desde comienzos de semana marcharon el jueves para exigir cambios en el entorno laboral, el pago de una deuda y el rechazo a la decisión del gobierno de eliminar la obligatoriedad de las asignaturas de historia y educación física. (EFE)
Miles de profesores chilenos en paro desde comienzos de semana marcharon el jueves para exigir cambios en el entorno laboral, el pago de una deuda y el rechazo a la decisión del gobierno de eliminar la obligatoriedad de las asignaturas de historia y educación física.
“Por la dignidad docente” se leía en un lienzo portado por varios maestros por la principal arteria de Santiago, colmada de maestros que caminaron pacíficamente unos tres kilómetros.
Los manifestantes se detuvieron frente a la sede del Ministerio de Educación, donde algunos colgaron un gigantesco letrero sobre las pistas de la calzada en el que se leía “Renuncia”, en alusión a la ministra Marcela Cubillos, con quien tienen malas relaciones.
Algunos centenares de estudiantes se sumaron a la protesta en apoyo a los educadores que entraron en su cuarta jornada de paro.
Según los líderes gremiales, la adhesión al paro asciende a un 80%, mientras el gobierno la cifró en 22%.
Entre las demandas del profesorado figura la igualdad de condiciones laborales para todos los profesionales de la educación, pago de beneficiosos asociados a los títulos de especialización, fin del doble proceso de evaluación --que considera tanto su asistencia como su desempeño--, seguridad en las escuelas y que se salde la llamada deuda histórica docente.
En 1981, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se cambió la dependencia de los maestros públicos desde el Ministerio de Educación a las más de 300 municipalidades del país, perdiendo una asignación pactada con anterioridad. Afirman que más de 14,000 profesores murieron esperando el pago de la deuda.
Otra situación repudiada por los maestros es la reciente decisión de las autoridades de convertir en optativas las asignaturas de historia y educación física para los alumnos de los dos últimos años de la enseñanza secundaria, considerada “aberrante” por Aguilar.
“Que sea obligatoria la malla curricular...un pueblo sin memoria, sin historia no sirve para nada”, dijo un maestro mientras marchaba.
En Chile cerca de un millón 200 mil hijos de familias con menores recursos asisten a los colegios públicos porque son gratuitos, constituyendo cerca del 35% del total del alumnado. El resto se educa en escuelas privadas y privadas-subvencionadas, siendo los primeros los que mejores resultados obtienen en la prueba que permite ingresar a las universidades locales.
