El técnico alemán Jürgen Klopp (c) festeja junto al lesionado Mohamed Salah (i) y el holandés Virgil van Dijk (d). (EFE)
Como el resto del mundo del fútbol, Jürgen Klopp tenías sus dudas. Dadas las circunstancias, el enorme margen en contra, Lionel Messi como rival, los ausentes por lesión, el técnico de Liverpool no estaba convencido que su equipo iba a darle la vuelta a un 3-0 adverso ante el Barcelona en las semifinales de la Liga de Campeones.
"No creo que sea posible, pero como se trata de ustedes me parece que tenemos una oportunidad. Tienen la mentalidad de gigantes", reveló Klopp al evocar su mensaje al plantel antes del silbatazo final de la que fue tal vez la noche más gloriosa en la historia de Anfield.
El que Liverpool pudo, contra todo pronóstico, llevarse la victoria 4-0 en el partido de vuelta es prueba no solo del equipo ensamblado por Klopp, sino del convencimiento que ha inculcado en un grupo de jugadores que no se dan nunca por vencidos.
Los goles postreros en las victorias ante Everton, Tottenham y, más recientemente, Newcastle mantiene a Liverpool en la puja con el Manchester City por el título de la Liga Premier.
Por eso que la remontada ante Barcelona era algo normal para esta máquina que Klopp ha armado, aunque es una que tiene como asignatura pendiente levantar un trofeo bajo la dirección del timonel alemán.
Y se justificaría plenamente que si Liverpool se quedó corto en la Premier, aún tiene la oportunidad de cerrar la temporada con el título de un torneo que es sinónimo del histórico club inglés, del que es cinco veces campeón.
Para Klopp, se trata de la oportunidad de poner fin a una racha de seis derrotas en finales coperas, que se remonta a la Champions de 2013 al caer ante el Bayern Munich, cuando era el entrenador del Dortmund. Desde entonces, perdió dos finales de la Copa Alemana contra el Dortmund y luego tres partidos por un título con Liverpool - en la Copa de la Liga (2016), la Europa League (2016) y la Champions del año pasado.
"Sé lo que la gente habla sobre mí y que pierdo finales", dijo Klopp en otro de sus muchos momentos sinceros en una rueda de prensa en la que a ratos pareció quedarse sin palabras.
Sus jugadores no dudan para nada. En comunión, viajarán a la final de Madrid, con la sensación de que es su destino conquistar el máximo trofeo europeo por sexta vez.
