La actividad lechera requiere de apoyos para hacerla crecer, consideró el gobernador. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Lejos de pretender afectar o menguar a la cuenca lechera en La Laguna, los gobiernos deben contribuir a su fortalecimiento porque es una de las principales actividades, dijo el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres.
Luego de que la semana pasada el presidente, Andrés Manuel López Obrador volviera a hacer mención de que la cuenca lechera en esta zona debería desaparecer, y en su lugar impulsar la actividad en el sureste del país, Aispuro Torres consideró que "el presidente lo ha hecho de buena intención", puesto que su principal argumento es la escasez de agua.
Aispuro Torres manifestó que La Laguna tiene una vocación histórica en la producción pecuaria y, particularmente, en la lechera, la cual se ha consolidado como la más grande del país. Pero no significa que sus resultados debieran ser los mismos en otras regiones.
Resaltó que el sureste del país tiene un clima muy distinto al de esta zona, además de que las vocaciones productivas ya están muy definidas "aunque si hay que ayudar al presidente para que en el sureste se aplique un programa que dé resultados, bienvenidos, pero no debemos hacer que se afecte o menguar la capacidad que tiene La Laguna en la producción de leche".
Sobre el argumento de que la extracción de agua para producir alfalfa destinada a los hatos ganaderos genera altos niveles de hidroarsenicismo, y por ello debería detenerse la actividad lechera, Aispuro Torres aseguró que el gobierno ha hecho su parte, en cuanto a la instalación de filtros antiarsénico en los pozos que abastecen de agua a la población.
Señaló que ya un alto porcentaje del vital líquido está sujeto a este proceso de filtrado, con lo cual se garantiza que el agua que recibe la población está libre del metaloide.
SE BUSCAN ESTRATEGIAS
Como presidente de la Comisión de Cuenca Alto Nazas, Roberto Muñoz del Río manifestó que hay un abatimiento de los mantos acuíferos porque se extrae agua a mayor profundidad, de manera que en coordinación con el sector industrial y agrícola se buscan estrategias de solución al respecto.
Una de las vías sería la instalación de medidores volumétricos en las norias, para que quienes tienen concesiones de agua extraigan sólo lo que éstas marcan y con ello, disminuya la sobreexplotación.
Mientras que la recarga es de 570 millones de metros cúbicos, la extracción es por el orden de los 1,400, aunque ésta se genera en la cuenca alta, a unos 450 kilómetros del área urbana.
Muñoz del Río indicó que la sobreexplotación no necesariamente se debe atribuir a la cuenca lechera, que es la principal en todo el país y contribuye altamente al Producto Interno Bruto, de ahí que muchos de los señalamientos de AMLO hacia esta actividad son infundados.
