En las últimas semanas han muerto bebés, niños o adolescentes, como víctimas colaterales, en hechos atribuidos al crimen organizado. (ARCHIVO)
La violencia en México sigue alcanzando a los menores de edad, reporta el diario Reforma.
Apenas el domingo 21 atacaron a balazos a dos mujeres en Comalcalco, Tabasco, dejando a dos niños heridos, entre ellos un bebé de ocho meses.
En la masacre de Minatitlán (13 muertos), Veracruz, ocurrida el viernes 19 por la noche, mataron a un bebé de apenas un año, el infante fue atacado directamente, según testimonios de los sobrevivientes.
Algo similar ocurrió en un ataque contra comensales al interior de un restaurante en Cuautla, Morelos, el sábado 13, donde mataron a seis personas, tres adultos y tres menores de edad.
El director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez, advirtió que los niños son cada vez más blanco de ejecuciones y actos de barbarie.
Casos como los mencionados anteriormente demuestran que "hace ya mucho tiempo" se perdió cualquier respeto por la vida de un niño o niña, sin mencionar las cifras de total impunidad que permanece en el país: de cada 100 carpetas de investigación donde menores de edad son víctimas de algún delito, sólo una alcanza sentencia condenatoria, señaló Martín Pérez.
El gobierno "vende espejitos", programas, declaraciones y acciones que no alcanzan, pero ninguna estrategia ni política, no sólo para actualizar el diagnóstico de la violencia, sino construir una política de Estado, lamentó el especialista.
Según datos de la Redim, entre 2007 y 2017 asesinaron al menos a 14 mil menores, un promedio de 3 víctimas al día.
En 2017, último año del que se tienen cifras oficiales, mataron a 51 bebés menores de un año.
"Hasta 2010 había casos donde los niños estaban en medio de un ataque o balacera, pero a partir de 2011 puede verse claramente que los niños ya eran blanco de ataques, como en Minatitlán. Se ha perdido todo marco de referencia", expresó Pérez.
Otros casos recientes han sido la muerte de dos menores, el 23 de enero, en un ataque por un comando en Valle de Santiago, Guanajuato; el de un niño de 12 años asesinado junto a su padre en Irapuato; y un niño de 8 años; en septiembre, durante una agresión en Tecolutla, Veracruz.
El 37 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en el país han declarado que en su comunidad ha sucedido al menos una balacera, según la organización internacional Save the Children.
