(EL SIGLO DE TORREÓN)
De la megadeuda provincial y negar una vez sí y otra también que del erario hayan salido los recursos que luego fueron confiscados en cuentas y bienes en el poderoso vecino del norte al propio Jorge, y al empresario Rolando González Treviño, confeso y sentenciado, y al extesorero Javier Villarreal, confeso y en espera de sentencia. Los fiscales de Estados Unidos han ido armando un rompecabezas desde 2012 y más recientemente han comenzado a hacer tándem con las autoridades judiciales de la Madre Patria en donde se encuentra detenido Juan Manuel "el Mono" Muñoz a la espera de ser extraditado a la Unión Americana por varios delitos vinculados con la espeluznante trama coahuilense, y en donde también se ha reabierto la causa penal contra el profe Humberto. Como se han venido dando las cosas, todo parece indicar que el cerco de la justicia extranjera está cerrado en torno a la figura del exgober y también exdirigente nacional del PRI quien, según los reportes vertidos, habría recibido protección del pasado gobierno federal peñanietista por razones que, dicen, van mucho más allá de la simple afinidad partidista. En lo que concierne a Coahuila, a ver si ahora sí se aclara, con la presión del vecino del norte, el destino de por lo menos la mitad de la deuda que no apareció en las cuentas del sexenio antepasado y que sigue siendo la gran incógnita y motivo de ansiedad en las estructuras políticas provinciales.
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En la actual administración municipal de Torreón estalló la primera bomba con la renuncia de la directora de Fomento Económico, Andrea Salmón, a unas cuantas semanas de que había asumido el cargo en medio de la polémica por su escasa experiencia en la materia. Aunque el ayuntamiento que encabeza Jorge Zermeño intentó manejar la situación como si se tratara de una reestructura de áreas para compactar funciones en las que se dio a entender que Andrea ya no entraba, la propia funcionaria tuvo que salir a aclarar que no se trataba de un despido sino de una baja voluntaria y aprovechó para denunciar las presuntas anomalías que se comenten en la Ventanilla Universal, en donde se reciben todos los trámites municipales de permisos y licencias, además de la falta de apoyo por parte de los propios ediles panistas y los bloqueos presupuestarios orquestados desde la Tesorería Municipal que encabeza Hernán Sirgo. No obstante, los subagentes reportan que Salmón también tuvo roces con la presidenta honoraria del DIF y primera dama municipal, Astrid Casale, además de con integrantes de su propio equipo como las coordinadoras de Turismo y Paseo Morelos. Dicen los agudos observadores de la cosa pública local que este hecho refleja los desajustes que existen dentro del equipo de don Jorge, algo que ya se ha venido reportando pero que hasta ahora no ha motivado una actuación decidida del edil. Dicen los subagentes que existen otros casos de funcionarios que pudieran hacer explosión en las próximas semanas de no ser atendidos a tiempo. Hay que estar al pendiente.
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La guerra de encuestas y sondeos está a todo lo que da en la vecina ciudad de Gómez Palacio en donde Morena tiene en fila a varios tiradores y el PRI sigue esperando la decisión de la actual alcaldesa Leticia Herrera de si va a buscar reelegirse o no. A través de las "benditas" redes sociales, en donde pululan las "fake news", los partidarios de los distintos suspirantes morenistas y neomorenistas han publicado supuestos sondeos en donde se proyecta un triunfo aplastante, incluso más que el que protagonizó el preciso AMLO el año pasado. Lo que no se dice es cómo se llega a esos números tan estridentes. Por parte de los priistas, cuentan que tienen muy guardadas -por ahora- sus encuestas de medición del clima electoral a la espera de que doña Lety anuncie si va o no por tres años más. No obstante, los subagentes disfrazados tabletas electrónicas nos comentan que en esos sondeos realizados en calles de las distintas colonias de Gómez Palacio al alcaldesa mantiene una ventaja de 20 puntos sobre los dos más probables contendientes morenistas, Juan Ávalos y Rafael Palacios. Sin embargo, esas mismas encuestas, levantadas en diciembre de 2018, apuntan a que los gomezpalatinos manifiestan cierta tendencia al cambio de gobierno, tal vez un poco motivados por lo ocurrido en julio del año pasado. Además, dicen los que saben de estos asuntos de mediciones electorales que es evidente que el efecto AMLO sigue muy presente en La Laguna, la marca PRI continúa devaluada en el municipio, pero no así el herrerismo, que sigue gozando de ascendencia en varios sectores del municipio. Cuentan los subagentes que aunque existe confianza por parte del círculo cercano de la munícipe en conseguir un triunfo, un factor que pudiera complicar bastante las cosas es que el preciso AMLO decidiera involucrarse simplemente haciendo acto de presencia en el momento preciso. Por lo demás, aseguran que esta semana o a más tardar inicios de la siguiente, la alcaldesa decidirá si se anima a contender, decisión que depende, dicen, más del panorama presupuestario que pinta difícil para los ayuntamientos y estados no morenistas, que de la posibilidad de triunfo. ¿Será?
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Todavía no lleva ni un mes la administración municipal de Matamoros y ya se empiezan a destapar algunas "travesurillas" de algunos funcionarios municipales, uno de los casos más recientes es la denuncia que hicieron algunas personas, en el sentido de que se les había prometido acomodo en la administración, específicamente en el área de Parques y Jardines, pues el encargado Javier Barajas con falsas esperanzas conformó las cuadrillas de trabajadores para realizar limpieza de los espacios públicos y hasta a barrer calles los puso, labores que desempeñaron por un mes. Pero al llegar la primer quincena y solicitar su remuneración, se les dijo que había dificultades para pagar, pues el municipio no tenía dinero "de momento". No muy convencidas los empleados continuaron su trabajo y llegó la segunda quincena y volvió a pasar lo mismo, su salario no llegó pero su molestia fue más evidente cuando se enteraron que a los familiares y compadres de Barajas sí se les había pagado. Resulta que cuando fueron al área de Servicios Públicos, se les dijo que en ningún momento el alcalde había autorizado la contratación de más personal, ya que esas funciones las desempeña personal sindicalizado. Tras esa respuesta los afectados volvieron a ir con don Javier para pedir una explicación y la respuesta fue que como no había un contrato firmado, no había ninguna obligación. Al final y por presión de alguien del municipio el funcionario tuvo que negociar con las personas y les pago de su bolsa, aunque no lo prometido, pues les había anunciado un sueldo de mil pesos por semana y sólo alcanzó para 800 pesotes por todo el mes. Como que la Cuarta Transformación no ha llegado a Matamoros.
