El gobierno de Donald Trump se está quedando sólo en la aplicación de la política llamada 'Tolerancia Cero', la cual separa por tiempo indeterminado a niños inmigrantes de sus padres al entrar ilegalmente a Estados Unidos, medida que ha generado una ola de repudio dentro y fuera del país. (ARCHIVO)
El gobierno de Donald Trump se está quedando sólo en la aplicación de la política llamada "Tolerancia Cero", la cual separa por tiempo indeterminado a niños inmigrantes de sus padres al entrar ilegalmente a Estados Unidos, medida que ha generado una ola de repudio dentro y fuera del país.
Incluso dentro de su propio partido el presidente ha ido perdiendo apoyo. Legisladores republicanos de ambas cámaras del Congreso están de acuerdo en poner fin a la polémica política migratoria, pero hasta ayer por la noche no se habían puesto de acuerdo en el cómo, ya que cada grupo cuenta con un plan.
La decisión de dividir a las familias indocumentadas amenaza con fracturar al partido Republicano a escasos cinco meses de las elecciones legislativas en las que Trump tiene puesta la mira.
No obstante, el presidente consideró que su postura firme contra la inmigración es una ventaja para las elecciones de medio periodo, las cuales considera un referendo sobre sus políticas proteccionistas.
Mientras tanto, las voces en contra se multiplican a la par que se viralizan las imágenes y grabaciones de los niños inmigrantes encerrados en centros de detención.
El gobierno mexicano, a través del canciller Luis Videgaray, levantó ayer por fin la voz contra la política migratoria de Trump que calificó de "cruel e inhumana".
Y ayer mismo, un día después de que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU censurara el proceder del gobierno de Trump, Estados Unidos cumplió su amenaza de dejar el Consejo de DDHH de Naciones Unidas bajo el argumento de respaldar a Israel, señalado de violar constantemente los derechos de palestinos.
