Inequidad. Madres trabajadoras no tienen condiciones para competir en igualdad con los hombres. (EDITH GONZÁLEZ)
Jornadas laborales extenuantes, brecha salarial, acoso y discriminación, es lo que enfrentan en el ámbito laboral las mujeres que son madres.
Si bien, hay avances para llegar a la igualdad de condiciones en el trabajo, éstas han resultado insuficientes para que la mujer pueda desarrollarse como madre y de manera profesional a la vez, sin sacrificar su tiempo, salud y bienestar.
"Las madres trabajadoras son un sector muy sacrificado, muy discriminado porque aparte de que no ganan un salario igual al del hombre, no son valoradas en cuestión de producción por el hecho de ser mujeres, sin embargo, la experiencia nos ha dicho que la mujer tiene tanta capacidad o más que un hombre", dice Isabel López, directora de la asociación civil Projulab.
Dice que la seguridad social es uno de los avances, "porque antes era sólo para el hombre". También las guarderías son avances importantes, aunque "lo ideal sería que cada centro de trabajo contara con una guardería, eso sería una tranquilidad gigantesca para las mujeres y te aseguro que serían más productivas".
Samanta Ruiz, integrante de la Red de Mujeres de La Laguna y especialista en igualdad laboral, considera que los avances se están viendo en áreas administrativas donde existen proyectos, mejoras e innovaciones y presupuestos destinados a los temas de maternidad y lactancia, por ejemplo.
"Sin embargo, las operadoras no suelen contar con este tipo de apoyos y ahí es donde está el grosor de las contrataciones laborales masculinas y donde las mujeres enfrentan mayores estereotipos y prejuicios; si son madres se espera que puedan cumplir con su trabajo en las mismas condiciones que los hombres, pero sin contar con los elementos para asegurar una igualdad laboral como guarderías o áreas de lactancia materna y muchas de las veces las empresas empleadoras prefieren contratar hombres al no saber cómo tratar estos temas".
Señala que sí se está trabajando en la creación de una cultura empresarial responsable, pero aún falta mucho por hacer.
Isabel López dice que la Reforma Laboral suponía una serie de cambios que podrían ser benéficas para las madres, como horarios accesibles. No obstante, la exigencia es la jornada completa con menos prestaciones.
"Nos falta mucho para llegar a ese momento en donde una madre trabaje cuatro o cinco horas, hace falta ese empleo que se adapte y le dé la oportunidad a la mujer de acuerdo a sus necesidades, de ser: madre, trabajadora, esposa, y ahí sí nos falta mucho".
Basado en datos del último trimestre del 2017 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el Consejo Cívico de las Instituciones dio a conocer que en la región 6 de cada 10 mujeres que trabajan, reciben como máximo 5 mil 280 pesos mensuales, mientras que en los hombres 4 de cada 10 tienen este sueldo. No obstante, hay más mujeres que hombres cumpliendo con jornadas labores de 40 a 48 horas semanales, es decir, cubriendo entre 5 y 6 días laborales a la semana, con el 39.3 % de las mujeres económicamente activas contra el 37.5 % de los hombres.
Isabel López dice que mención aparte merecen los temas del acoso que viven las madres en los ambientes laborales; las condiciones en las que trabajan las embarazadas las cuales por ley "tiene derecho a que se le cambie de actividad a una actividad menos cansada por su embarazo, porque esto conlleva muchos cambios en el organismo muchas molestias, pero no lo hacen", la escasez de mujeres en puestos directivos, así como los despidos injustificados.
Al mes Projulab recibe en promedio 50 casos de despidos injustificados, la mayoría por parte de hombres, pues tampoco existe la cultura de la denuncia.
En México existe la Norma NMX-025 para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres, sin embargo, es de carácter voluntaria. Las expertas coinciden en que su obligatoriedad podría suponer avances significativos en materia de igualdad.
