Exigen. Manifestantes llenaron la Plaza de la Constitución para protestar contra Jimmy Morales. (EFE)
Con un paro nacional que exigió la inmediata renuncia del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y con la dimisión de tres ministros y un puñado de viceministros que aceleró el colapso gubernamental, la crisis política guatemalteca por la corrupción y la impunidad se agravó ayer miércoles a la espera de que el Congreso de la República acepte o rechace el jueves despojar de inmunidad al mandatario para juzgarlo por presunto financiamiento electoral ilícito.
Para retirar la inmunidad a Morales y dejar la vía libre para que sea juzgado, se requiere de una mayoría calificada de 105 votos de los 158 miembros del Congreso, en un turbio escenario institucional que se agravó en las últimas horas conforme se acerca la histórica votación legislativa y sin que se descarte que, ante el acoso, quede obligado a renunciar.
Ante este panorama, miles de guatemaltecos abarrotaron la Plaza de la Constitución, en el centro capitalino, en un multitudinario paro que, como masiva expresión popular, estrechó el cerco sobre Morales, asediado por un escenario de convulsión interna por la crisis de corrupción e impunidad que estremece a Guatemala desde el 22 de agosto pasado. También se llevaron a cabo movilizaciones en el interior del país.