Otros psicólogos, sin embargo, consideran como factor clave la capacidad del habla. (ESPECIAL)
Es muy probable que el hombre olvide detalles de su vida diaria con frecuencia, más aún de la etapa infantil, tanto por el paso del tiempo como por la incapacidad de los niños para retener la información y almacenar recuerdos. “Los bebés son esponjas para la nueva información, formando 700 nuevas conexiones neuronales cada segundo y blandiendo habilidades de aprendizaje del lenguaje que pondrían verde de envidia a cualquier políglota. Las investigaciones más recientes sugieren que los bebés comienzan la formación de sus mentes antes de que incluso dejen el útero”, reporta en su columna Zaria Gorvett, para la cadena británica BBC.
Los expertos dicen que la habilidad de la memoria comienza a desarrollarse en la infancia, por lo que es probable que la mayoría de las personas no recuerden nada antes de los tres años de edad, aunque existen casos que son la excepción a la regla. El psicoanalista Sigmund Freud incluso utilizó el término “amnesia infantil” en sus estudios para determinar lo que sucedía en el cerebro a esa temprana edad.
La psicóloga Qi Wang, de la Universidad de Conrell, en Estados Unidos, publicó en 2004 una investigación en donde recolectó los recuerdos de cientos de estudiantes estadounidenses y chinos. Los primeros tenían recuerdos más largos, elaborados y visiblemente más egocéntricos, mientras que la memoria de los chinos era más breve y concreta.
Este indicativo sugiere que la cultura tiene una parte importante en la formación de recuerdos y desarrollo de la memoria. "Si la sociedad te dice que esos recuerdos son importantes, entonces te aferrarás a ellos", dice Wang, quien interesantemente realizó el mismo experimento con las madres de los niños, obteniendo el mismo patrón y valoración de los resultados.
Otros psicólogos, sin embargo, consideran como factor clave la capacidad el habla. "El lenguaje nos ayuda a estructurar y organizar nuestros recuerdos. Eso es una narrativa. Al crear una historia, la experiencia es más fácil de recordar durante más tiempo", señala Robyn Fivush, psicóloga en la Universidad de Emory, en Estados Unidos.
La teoría se refuerza con los estudios de neurociencia conocidos como el paciente HM: el caso de una operación para curar la epilepsia en la que el hipocampo (que permite la capacidad para aprender y recordar) del paciente fue dañado, y quien se volvió incapaz de recordar sucesos recientes, a pesar de contar con memoria temporal a corto plazo y poder aprender nuevas habilidades. "Para los bebés y los niños pequeños el hipocampo está muy poco desarrollado", dice Jeffrey Fagen, quien estudia sobre la memoria y el aprendizaje en la Universidad de San John.
