A más de 48 horas de haber iniciado con su huelga de hambre, Sandivel Sosa sigue firme. “Si no sigo van a decir que estoy jugando”, dice con debilidad la mujer de 28 años.
Con esta manifestación pacífica pide a las autoridades estatales la devolución de su automóvil y los de cerca de 60 familias que enfrentan el mismo problema.
Su estado de salud ha sido monitoreado por socorristas de la Cruz Roja, quienes le aseguran que su nivel de azúcar ya es bajo y en cualquier momento podría comenzar a alucinar.
Pese a ello y con apoyo de los integrantes de la organización Alerta Patrimonio Lagunero, Sandivel sigue sin probar bocado y sin tomar gota de agua.
Hasta el momento ninguna autoridad se ha acercado a ella para dar una opción a su problema.
Con esta manifestación pacífica pide a las autoridades estatales la devolución de su automóvil y los de cerca de 60 familias que enfrentan el mismo problema. (El Siglo de Torreón)