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En 1914, Pancho Villa expulsó a los españoles de La Laguna

SIGLOS DE HISTORIA

Los asturianos Ángel, Carlos y Gaspar, hermanos menores de Graciano Pruneda García, fundador de la tienda y cantina Las Playas, en Torreón. (Archivo de Salvador Pruneda Solé).

Los asturianos Ángel, Carlos y Gaspar, hermanos menores de Graciano Pruneda García, fundador de la tienda y cantina Las Playas, en Torreón. (Archivo de Salvador Pruneda Solé).

Domingo Deras Torres Investigador Histórico

Quinta Parte

En su libro Pancho Villa, el historiador Paco Ignacio Taibo II afirma que el riojano Joaquín Serrano Martínez - dispensado de la expulsión por el Centauro del Norte en el Banco de La Laguna -, quien fuera el primer presidente del patronato del Sanatorio Español de Torreón, tuvo como hijo natural a Manuel Banda, el sanguinario villista que alardeaba haber matado con crueldad a incontables personas en la revolución. Motejado como "El Chino Banda" y de oficio ferrocarrilero, en el campo de batalla recorría en motocicleta la parte trasera de las líneas de ataque villistas, y si veía que algún combatiente huía por temor a la muerte, inmediatamente lo acribillaba a balazos. Como su correligionario, el multiasesino Rodolfo Fierro, sin clemencia alguna gozaba viendo sufrir a sus víctimas hasta quitarles la vida.

LA SITUACIÓN DE LOS EXPULSADOS (Continuación)

El gobierno de Alfonso XIII, al conocer la apremiante situación por la que atravesaban sus súbditos radicados en Chihuahua y Torreón, expulsados por Villa y que se refugiaron en El Paso, tomó medidas para acudir en su auxilio.

Se constituyó una Comisión Diplomática de Ayuda a los Refugiados, la que en un principio presidió Juan Francisco Cárdenas, quien no pudo ingresar a territorio mexicano por no ser bien visto por los constitucionalistas; consecuentemente, fue sustituido por el jurista Manuel Walls y Merino, quien fuera legislador y periodista de diarios españoles. A dicha comisión, se le dotó de recursos financieros para apoyar a los desterrados.

GEORGE G. CAROTHERS

Personaje clave como intermediario entre el gobierno norteamericano y Pancho Villa, fue el agente confidencial Goerge Cupples Carothers (1768-1939), avecindado en Torreón, nativo de San Antonio Texas y del que se decía tenía parentesco con el presidente Woodrow Wilson.

Señala el investigador histórico Ilhuicamina Rico que Carothers, se dedicó al comercio en Torreón donde fue propietario de la firma mercantil The Laguna Bokerrage and Comision Co. Sucesor y fue copropietario de la Compañía Minera 5 de Mayo, en Mapimí. El 11 de febrero de 1912, el gobierno norteamericano lo designó su Cónsul Honorario en Torreón, pero por sus nexos con algunos revolucionarios el usurpador Victoriano Huerta le retiró el 8 de abril de 1914, el exequátur (autorización que otorga el jefe de un estado a los agentes diplomáticos extranjeros para que puedan ejercer las funciones de su cargo).

Debido a lo anterior, cuando Villa ordenó la expulsión de los españoles de La Laguna, el 5 de abril de 1914, la representación norteamericana que dejó Carothers fue ocupada por el nuevo cónsul Isaac Molette Ulmer Tankersley, quien con esta personalidad se ostentó ante el Centauro del Norte para proteger a los iberos desterrados y organizar su éxodo a El Paso.

En su edición del 9 de abril de 1914, El rotativo texano El Paso Morning Times, informó que cada uno de los hispanos refugiados llegó a territorio norteamericano con un certificado sellado y firmado por el diplomático Ulmer; el texto -decía-, que el portador del mismo y sus pertenencias se encontraban protegidos por el gobierno de los Estados Unidos.

A Villa, le simpatizó Carothers cuando lo conoció, con el tiempo aquél le depositó su confianza al encomendarle asuntos. El que fungiera como comerciante y Cónsul Americano en Torreón, fue respaldado ampliamente por el gobierno norteamericano a pesar de que Victoriano Huerta, lo vetó como diplomático; el presidente Wilson lo engrandeció, lo convirtió en "su agente secreto" ante los constitucionalistas. Carothers, adquirió tanta importancia que cuando el portavoz de Alfonso XIII, Manuel Walls y Merino, llegó a El Paso el 20 de julio de 1914, se entrevistó con él para hablar de la delicada situación de los españoles expulsados de Chihuahua y Torreón por Pancho Villa.

Enrique Pérez Rul, uno de los secretarios del jefe de la División del Norte, afirmó: "Viajaba en compañía de Villa, comía en su mesa, gozaba de espléndidas concesiones, tenía influencia con el caudillo y aún le servía de consejero en muchas ocasiones". Y Luis Aguirre Benavides, otro de los secretarios de Villa, así lo calificó: "Es excelente amigo nuestro".

Paco Ignacio Taibo II, anotaría sobre su personalidad; "Este extraño personaje, miope, pequeño comerciante e industrial fracasado, jugador empedernido, cónsul menor en una ciudad perdida como Torreón, se tomará de la mano de Villa para hacer su carrera diplomática como 'agente secreto de Wilson`, lo que le permitirá tener acceso a los principales protagonistas de la Revolución Mexicana. (Pancho Villa. Autor: Paco Ignacio Taibo II. Páginas 348 y 394. Editorial Planeta. México. 2006).

Friedrich Katz, estupendo biógrafo de Villa, escribió que Carothers era hombre de diversiones mundanas y desarreglado en sus finanzas, pero el gobierno del presidente Wilson lo apoyó como su representante, porque fue hábil negociador con los líderes revolucionarios y defendió con eficiencia los intereses norteamericanos en México.

VILLA, CONFISCÓ EL ALGODÓN DE LOS ESPAÑOLES

En la ya referida publicación aparecida en la página 3 del diario El Siglo de Torreón, en su edición del día 15 de septiembre de 1932, se hizo una remembranza de la expulsión de los españoles en abril de 1914, el texto comenta además del destierro la confiscación del algodón de los hacendados hispanos por parte de los villistas.

Agrega la nota que toda la cosecha algodonera de 1913, fue confiscada por Villa, quien dispuso se exportara a los Estados Unidos para proceder a su venta en el mercado internacional. Obtenido su pago, se comprarían armas, municiones, uniformes, botas y sombreros para los revolucionarios; agentes villistas, adquirirían todos estos artículos en casas comerciales norteamericanas.

Los españoles agraviados, interpusieron demandas ante los tribunales competentes para recuperar sus miles de pacas de algodón, algunos lograron hacer rescates parciales al identificar sus marcas de paca. Los villistas, al percatarse de ello, borraron los sellos de las pacas restantes y así ya no volverían a las manos de sus dueños.

En su edición del 13 de abril de 1914, el diario español La Vanguardia publicó una carta remitida desde El Paso, Texas, por los hacendados españoles expulsados de La Laguna y dirigida al Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid; entre los firmantes, figuraba el empresario Joaquín Serrano Martínez. En dicho documento, solicitaron la urgente ayuda del gobierno de Alfonso III para evitar el despojo del algodón de su propiedad confiscado por Villa, el que estimaban tenía un valor de 30 millones de pesos mexicanos.

RAFAEL AROCENA, EL EXPULSADO QUE JAMÁS REGRESÓ

Francisco Villa, hizo su primera entrada triunfal a Torreón, a las 10 de la mañana del 2 de octubre de 1913. Días después, exigió a los hombres de negocios de la Comarca Lagunera, un empréstito para beneficio de sus tropas y de la causa revolucionaria. Firmó una carta que dirigió a los socios vascongados Arocena y Urrutia, la que decía:

"A los señores Arocena y Urrutia: Sírvanse Uds. Mandar entregar inmediatamente a este Cuartel General, la cantidad de DOSCIENTOS MIL PESOS $200,000.00 cantidad que les correspondió en la derrama del empréstito forzoso de $3´000,000.00 que se hizo entre los agricultores, comerciantes, banqueros, para el sostenimiento de las fuerzas del Ejército Constitucionalista; en la inteligencia de que si no cumplieren con esta orden, se harán acreedores a las más severas penas. Libertad, Justicia y Constitución. Torreón, Coah., Octubre 20 de 1913". Villa, de su puño y letra, escribió: "el General en Jefe. Francisco Villa. (Rúbrica)" En la parte inferior del documento, y también de su puño y letra, anotó: "Recibí de entera conformidad la cantidad de Doscientos Mil Pesos arriba expresada. Torreón 20 Octubre 1913. El General en Jefe. Francisco Villa. (Rúbrica)"

Y Villa, al consumar la segunda Toma de Torreón a donde entró triunfante a las 9 de la mañana del 2 de abril de 1914, ordenaría horas después la expulsión de los españoles a territorio norteamericano; Rafael Arocena y Arbide, se encontraba entre los desterrados. Como aconteció con los demás hacendados -sus paisanos-, le fue confiscado el algodón de su propiedad y desembolsó de nueva cuenta un "préstamo forzoso para la causa".

Arocena y Arbide, tiempo después viajaría de El Paso a Nueva York, los intereses financieros de su hacienda algodonera Santa Teresa los manejaría desde la urbe de hierro por medio de sus agentes Juan Brittingham, el Banco de La Laguna y su sobrino-yerno Francisco de Paula Arocena y Muñuzuri. Rentó una confortable habitación en el elegante Hotel Plaza, ubicado en la aristocrática Quinta Avenida que es conocida como "la calle más cara del mundo", porque ahí se encuentran ubicados hasta la fecha los más lujosos apartamentos y comercios de la Unión Americana.

El indiano Rafael Arocena y Arbide, permeado de nostalgia recordaría en su exilio neoyorquino los bellos y pintorescos paisajes de su natal Arrancudiaga, su llegada a La Laguna sin dinero y de la que salió al destierro inmensamente rico, sitio al que nunca regresó. No quería saber nada de la revolución mexicana, mucho menos tener un reencuentro con el temible Pancho Villa, quien le provocara horas de exasperante angustia y lo despojara de muchísimas pacas de algodón y de billetes. Y en Nueva York, la capital financiera del mundo, falleció el 13 e junio de 1919. (Vascos, Agricultura y Empresa en México. Coordinación del Proyecto: María Isabel Saldaña. Investigadores: Sergio A. Corona Páez, Mario Cerutti y Roberto Martínez García. Edición de la Universidad Iberoamericana Laguna. México. 1999).

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Emiliano Zapata y el Cónsul Americano en Torreón (al centro y atrás), George C. Carothers. (Archivo General de la Nación).
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El asturiano Agustín Victorero Lucio, fundador de la Papelería El Modelo, en Torreón. (Archivo familiar González Villanueva).
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