Los gobiernos de México, Belice, Guatemala y Honduras solicitaron un promedio de 40 millones de dólares al Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), para financiar durante cinco años un proyecto de manejo integral del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), que comparten, considerada como la segunda barrera coralina más grande del mundo después del cinturón australiano.
De los más de mil kilómetros de arrecifes -que inician en Quintana Roo, pasando por Guatemala y Belice, para terminar en Honduras- dependen económica y socialmente millones de personas que viven de la pesca y el turismo en la región.
Además, el arrecife es refugio, sitio de reproducción y alimento de una enorme variedad de especies marinas, sin contar con la protección que ofrecen en contra de los huracanes. Son también los grandes generadores de la arena de las playas, a través de la descalcificación de los corales.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), presentó la solicitud de recursos al consejo del GEF, por parte de México, conjuntamente con representantes de los gobiernos de los otros tres países que comparten la cadena arrecifal, informó el comisionado nacional, Luis Fueyo.
La iniciativa se dio a conocer a la comunidad técnica y científica que participa en la Quinta Asamblea del GEF, reunida en Cancún desde ayer y hasta el 30 de mayo.
"La intención es que a un esfuerzo que se ha dado durante más de una década, le podamos dar continuidad. Estamos hablando de la segunda barrera arrecifal más importante del mundo y es una barrera compartida en la cual los esfuerzos de conservación tienen que lograr que, lo que hace Honduras, Guatemala, lo que hace Belice y México, esté bajo la misma lógica de conservación y coordinación.
"Lo que estamos pidiendo a GEF es que nos aprueben un nuevo proyecto que permita que los esfuerzos hechos hasta ahora, tengan continuidad en el tiempo. Estamos todavía detallando el Prodoc, que es el documento del proyecto, en donde a partir de un techo mínimo de 10 millones de dólares, podamos entrar a detalle en la formulación de necesidades", informó este lunes, Fueyo Mc Donald.
En entrevista, el funcionario federal indicó que, de conseguirse el recurso, se aplicaría en acciones de monitoreo, conservación, protección y reforestación de manglares, tareas de vigilancia, fortalecimiento de capacidades de las comunidades, infraestructura para el cuidado de las áreas que comparte el SAM.
Al respecto el coordinador regional de la Conanp en la Península de Yucatán, Ricardo Gómez Lozano, indicó que esperan que la respuesta a la solicitud hecha, se dé en esta semana, como parte de las deliberaciones de los 183 países que integran el GEF.
"Lo que estamos buscando es una inversión, todavía las cifras no son definitivas, pero más o menos de 40 millones de dólares para ser invertidos en los siguientes cinco años en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (...)
"Un 60 por ciento de la barrera arrecifal se encuentra en Quintana Roo, entonces, obviamente estos recursos serían importantes para reforzar la presencia de las áreas naturales protegidas y seguir promoviendo particularmente un turismo sustentable, de bajo impacto, el manejo de cuencas, la protección de los manglares, incluido la parte de los ríos subterráneos", dijo.
Entre las principales amenazas que enfrenta el Sistema Arrecifal Mesoamericano se encuentran la contaminación del agua, la interacción de los turistas con el arrecife y la presión que ejercen sobre el recurso; los encallamientos de embarcaciones en zonas coralinas, la respuesta ante el desprendimiento de arrecifes, a propósito del embate de huracanes
Gómez Lozano añadió que los componentes del proyecto para el cual han pedido recursos al GEF, pretenden evitar que se contamine el manto freático y los daños a manglares, debido a que ambas problemáticas afectan la calidad del agua y por ende, dañan al arrecife.
Un punto más en el que se han enfocado es el manejo de especies exóticas marinas, como el Pez León. La semana pasada, en Guatemala, se presentó un programa integral de manejo y control de esta especie, que aplicará en los cuatro países que integran el SAM.
