El ex secretario de Energía de Estados Unidos, Bill Richardson, destacó que México tiene una gran oportunidad, pero hay que tener paciencia y evitar los errores. (Archivo)
La reformas estructurales representan una gran oportunidad para México y con la energética será una de las grandes potencias mundiales en la materia afirmó el ex secretario de Energía de Estados Unidos, Bill Richardson.
Durante su participación en el Foro Banorte Estrategia México 2014, el ex funcionario destacó que México tiene una gran oportunidad, pero hay que tener paciencia y evitar los errores, resaltó.
Apuntó que con base en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) México crecerá más que Brasil en 2015, y este año y el próximo serán de crecimiento apoyado tanto por la recuperación económica de Estados Unidos, así como por un repunte en la actividad económica interna de México.
Richardson agregó que según el organismo financiero internacional, México crecerá este año a una tasa de tres por ciento para repuntar a 3.5 por ciento en 2015, por arriba del Brasil.
Habrá un crecimiento de 1.2 por ciento en el gasto público a consecuencia de proyectos de inversión pública que se realizan y hay tres razones para este crecimiento: uno, una mayor economía global; dos, el mejoramiento económico de Estados Unidos y, tercero, las reformas que se han postulado.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que la economía mexicana crecerá 3.7 por ciento en comparación con la brasileña que registrará un crecimiento de 3.5, comentó.
Señaló que la economía mexicana es una de las más dinámicas de la OCDE sólo por debajo de China, India y Chile, que reportarán crecimientos de 7.8, 5.3 y 4.9 por ciento, respectivamente.
El también ex gobernador de Nuevo México sostuvo que con las reformas estructurales en materia de telecomunicaciones, energía y fiscal, aumentarán exponencialmente los proyectos que darán crecimiento a México.
La reforma energética es la más transformativa y confió en que estén listas sus leyes secundarias para finales de julio, porque creo que aunque a largo plazo esto hará de México una de las grandes potencias energéticas mundiales. “No exagero, lo creo firmemente”, expuso.
En áreas como shale gas se crearán un número considerable de trabajos y empresas pequeñas, y finalmente, aunque de manera gradual, veo en México una baja de precios de gasolina y electricidad, aunque no mucho pero sí los va a haber, consideró.
México puede jugar un papel primordial en la revolución energética mundial, no necesariamente en los próximos dos años, pero sí en los próximos diez o quince años, estableciendo una alianza regional que colocará a América del Norte en la posición de líder global en el sector energético, mencionó.
Richardson recomendó aprobar las leyes secundarias, con paciencia, pero con empuje político.
