La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga aseguró que en Tlacoapa, uno de los de más alta marginación en Guerrero, hay "grandes avances" en cuanto a la creación de viviendas, electrificación, proyectos productivos y desarrollo humano, a un año de que se puso en marcha como programa piloto la "Cruzada contra el hambre".
En la comunidad de San Juan Totolcintla, una de las 17 de Mártir de Cuilapan (Apango), donde la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) contempló como acción primaria realizar un diagnóstico y actividades para garantizar la alimentación y mejorar los servicios de educación, salud, vivienda, proyectos productivos e infraestructura carretera así "impactar los indicadores de pobreza extrema y carencia alimentaria", sí hay apoyos, pero no son "suficientes".
En su gira de trabajo por Guerrero, antes de visitar Mártir de Cuilapan, Robles Berlanga fue a Tlacoapa, también en la región de la Montaña, donde se había comprometido a reubicar a cientos de damnificados durante la tormenta tropical "Manuel". Acompañada de la comisionada nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nubia Mayorga y otros funcionarios, Robles realizó una visita de evaluación a la comunidad a un año de poner en marcha la Cruzada.
San Juan Totolcintla es un pueblo náhuatl con tradición de migración, ya sea al extranjero a otras ciudades fuera de la comunidad por la falta de oportunidades.
Las mujeres principalmente se dedican a la elaboración de tiras tejidas de palma para hacer sombreros. Por cada 20 tiras de "una brazada" cada una, se ganan 3 pesos; al mes perciben hasta 180 pesos que ocupan para la compra de "huevito y pan".
Eran casi las 3 de la tarde cuando llegó Robles en helicóptero acompañada de sus funcionarios y aterrizó en el patio de terracería de la escuela secundaria "Emperador Cuauhtémoc". De unos 20 niños que dijeron nunca habían visto una aeronave, había unos 10 que a simple vista no están en peso y talla de acuerdo a su edad y tienen los dientes manchados "por la calidad del agua".
El delegado en Guerrero de la Sedesol, José Armenta Tello, explicó que van en el estado por 850 localidades para sumarlas en la "Cruzada contra el hambre", tienen programados más de 15 millones de pesos dedicados a zonas prioritarias, detonarán el programa de empleo temporal y darán los proyectos productivos "que ustedes solicitaron", les dijo a las 200 personas que los esperaron bajo una cancha techada, muchas mujeres tejían sus tiras de palma.
Robles no dio cifras de lo invertido, pero atribuyó las bonanzas del programa no a la Sedesol, sino a otras dependencias como la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), con su programa de viviendas, y recordó que hay más de 67 mil millones de pesos que invertirá el gobierno federal en el "Plan Nuevo Guerrero" para potenciar el desarrollo en la entidad.
A un año un mes de la Cruzada contra el hambre la gente se queja de que el apoyo no es parejo.
“Sí hay sembradíos de sandía que benefician a la comunidad, pero "a unos cuantos", hay dos comedores comunitario que atienden a 120 niños diario, a 24 adultos mayores dos veces por semana y a las mujeres embarazadas, pero no a toda la gente, son más de 4 mil”, dice Natalia Pánfilo.
"Muy pocos están en las listas del programa".
Sin embargo, sí hay pobladores contentos porque tienen baño en sus casas, pero muchos no tienen dónde vivir. Según los pobladores de la comunidad "hay mucha necesidad, nos dieron marranos que por el proyecto productivo, pero no tenemos para darles de comer. Ganamos poco haciendo las palmas y un costal de alimento que dura poquito cuesta 200 pesos".
La secretaria de Sedesol aseguró que harán más comedores comunitarios, a la fecha son 500 en Guerrero, de menús variados, algunas veces comen lentejas por la mañana, pastas, leche de Liconsa, que las mismas amas de casas realizan por equipos.
