El gobernador Arturo Núñez Jiménez llamó a los policías en paro desde hace dos semanas a que se reintegren en lo inmediato a sus labores o de lo contrario se iniciarán contra ellos procesos administrativos y laborales para que sean cesados.
"A quienes no acudan al llamado, les informo que se desahogarán los procedimientos administrativos y laborales correspondientes para concluir con la relación de trabajo por faltar de manera injustificada a desempeñar las actividades para las que en su momento fueron contratados", advirtió.
Sostuvo que "en el caso de que existan imputaciones penales, éstas seguirán su camino".
Sin mencionarlos por su nombre, el gobierno ha dicho que los dirigentes del paro "ilegal" incurren en los delitos de rebelión, motín, asonada y ejercicio indebido del servicio público. Las cabezas son el agente Isabelino León Miranda y el comandante José Lourdes Osorio.
En rueda de prensa, en la que se hizo acompañar de todo su gabinete, Núñez emplazó a hombres y mujeres de entre 18 y 28 años con bachillerato concluido, a que acudan a una convocatoria para integrar una policía de Tabasco con un "nuevo rostro", renovada y profesional.
Será "una policía profesional, más confiable, mejor equipada, con un alto sentido ético, con vocación de servicio, sujeta a controles de confianza y con horarios homologados a nivel nacional" de 24 horas de labor por un término igual de descanso, dijo Núñez.
Los principios del nuevo modelo de operación policial deberán ser "la atención prioritaria al ciudadano, la profesionalización, el apego a la ley, el respeto a los derechos humanos, la participación ciudadana, el combate a la corrupción y la ausencia de cualquier tipo de injerencia política".
"El gobierno no puede ceder ante la intransigencia y el chantaje. La seguridad de la población no puede seguir siendo rehén de un grupo de policías que anteponen sus intereses personales a su responsabilidad pública en el cuidado de los tabasqueños", dijo.
Manifestó que la medida anunciada tiene el respaldo de diversos sectores de la sociedad y que no permitirá que los elementos en paro sigan vulnerando la seguridad de los tabasqueños.
Insistió en que los agentes exigen la destitución de mandos para repartirse los nombramientos y el control de la Secretaría de Seguridad Pública, lo cual no se permitirá.
Sostuvo que en las siete reuniones que se han sostenido entre las partes "no se ha podido avanzar debido no sólo a los constantes cambios de interlocutores y demandas, lo que refleja la inconsistencia de los planteamientos, sino porque su principal petición (la destitución de 48 mandos) no está relacionada de ninguna manera con el mejoramiento de las condiciones de trabajo de todos los policías, sino con el apoderamiento de la corporación por unos cuantos".
"Así lo demuestra su exigencia de cesar al titular de la Secretaría de Seguridad Pública (Audomaro Martínez Zapata) para después canjearla por el cese de 72 mandos medios y superiores, cifra que ha ido variando, para poner en su lugar a elementos que les fueran afines, supuestamente electos en asambleas internas", añadió el mandatario.
Indicó que su gobierno está abierto a mejorar las condiciones laborales y salariales de los policías, pero hasta que se reintegren a sus labores.
Los agentes exigen la destitución de 48 mandos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y aumentos salariales y en prestaciones del cien por ciento.
