Humberto Díaz Salgado fue relevado como delegado de la Cruz Roja Mexicana en Chilpancingo.
En conferencia de prensa, Díaz consideró que fue culpado por las despensas que no fueron entregadas durante la contingencia por las lluvias del año pasado, y acusó que la delegada estatal del organismo, Susana Palazuelos, ha antepuesto intereses personales y ha hecho negocios desde su posición lucrando con la ayuda humanitaria durante los más de 10 años que ha estado al frente de la Cruz Roja.
Aseguró que durante la contingencia de septiembre, cualquier protocolo que tuviera la institución sobre el destino de los apoyos y la metodología que se sigue en estos casos, quedó rebasado porque la ayuda se necesitaba enviar pronto.
Según el ex delegado de la institución, Ramón Albavera Bahena, "lo corrieron por hacer su trabajo".
Explicó que antes de que se enviaran las brigadas a las siete regiones del estado, desde la delegación estatal se envió la orden de que no hubiese ningún apoyo hacia la región de la Montaña, la más pobre del estado, incluso que muchas regiones del país. Desconoció si la orden fue porque el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) ya había cubierto la zona.
Desde ese momento, dijo, comenzaron las diferencias entre la delegación de la capital y la estatal.
La delegación de la Cruz Roja se ubica enfrente de Radio Universidad, que fue el centro de acopio más concurrido durante la contingencia de la tormenta tropical. Cuando las familias damnificadas necesitaban ayuda en las diferentes regiones, ésta se programaba, de acuerdo a sus instrucciones, pero sí se coordinaban, dijo.
También la delegación de la Cruz Roja se coordinó con organizaciones altruistas de apoyo a los damnificados, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el Club de Leones, y otras para llevar ayuda a los diferentes lugares del estado, añadió.
