El Gobierno federal investiga los parentescos familiares y la relación que puedan tener funcionarios municipales y estatales de Tierra Caliente con integrantes de la organización criminal "Los Caballeros Templarios".
La semana pasada, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que no se ha avanzado en acusaciones contra ediles por estar vinculados con el crimen organizado, porque no se tienen elementos ni instrumentos legales para hacer señalamientos.
De acuerdo con autoridades de Gobernación y de la Policía Federal (PF) que se encuentran en los municipios de Tierra Caliente, se realizan investigaciones para determinar la relación familiar y "fraternal" que hay entre funcionarios municipales y estatales con "templarios".
Fuentes consultadas dijeron que entre el personal que se investiga están alcaldes, síndicos, regidores, directores de área, personal de seguridad pública y procuración de justicia, así como notarios.
Los expedientes se integran a partir de testimonios de los habitantes, empresarios e integrantes de las autodefensas que operan en la entidad.
Uno de los funcionarios que están bajo escrutinio del Gobierno federal, revelaron, es Uriel Chávez Mendoza, presidente municipal de Apatzingán, quien es primo-sobrino de Nazario Moreno, "El Chayo", uno de los presuntos jefes "templarios".
También se investiga a Lila Ceja Canela, síndica municipal, así como a Jaqueline López Cárdenas, hermana de una persona identificada como "El Tucán", quien presuntamente operaba en Antúnez.
Otra de las personas bajo indagación es Casimiro Quezadas, presidente municipal de Múgica, y Teresa Bustos, síndica del municipio, quien es hermana de Nereyda Bustos, esposa de Enrique Plancarte, "El Kike", identificado como uno de los líderes del cártel.
Las investigaciones, dicen, comprenden principalmente los municipios de Apatzingán, Parácuaro, Múgica, Huacana, Aguililla, Tepalcatepec, Tancítaro, Buenavista, Gabriel Zamora y Uruapan.
La información recabada incluye los vínculos familiares entre funcionarios y criminales, los cuales fueron utilizados para la creación de empresas, comercios y la concesión de obras para compañías financiadas por el crimen organizado.
También se investiga la aportación de recursos públicos de "templarios" a campañas electorales en beneficio de alcaldes, síndicos y regidores.
Otra de las líneas de investigación es la relación entre personal de Ministerios Públicos y notarios, debido a que se ha detectado que el crimen entregaba dinero a los funcionarios para arrebatar propiedades de los pobladores -ranchos, terrenos- a través de la vía legal.
Controlan cuarta parte de poblados
Uno de los líderes de los grupos de autodefensa del estado de Michoacán, Estanislao Beltrán, aseguró ayer que esos colectivos de civiles armados han "recuperado" la cuarta parte de los municipios de esa región.
"Hemos entrado en unos 29 o 30 municipios (...). Nos falta entrar a la cabecera municipal de unos 85 u 87 municipios", afirmó Beltrán en declaraciones a la emisora local Radio Fórmula. Los civiles comenzaron a armarse en Michoacán hace casi un año ante el vacío de autoridad en ese estado, especialmente en la zona conocida como Tierra Caliente, donde tiene una fuerte presencia el cártel de Los Caballeros Templarios.
Sin embargo, el Gobierno decidió en enero pasado enviar miles de policías federales y militares a esa región para garantizar la seguridad, asumiendo funciones que antes le correspondían a las autoridades del estado o municipales. Ese refuerzo estuvo acompañado con la firma de un pacto con los grupos de autodefensa para que se vinculen a los cuerpos de seguridad y registren sus armas, y de hecho han venido colaborando en Michoacán desde las últimas semanas.
Grupos de autodefensa desarmados al mando de Hipólito Mora entraron desarmados el sábado en la localidad de Apatzingán, que hasta hace poco era bastión de los "templarios", aunque está ocupada por fuerzas federales desde mediados de enero pasado.
El domingo, columnas de autodefensas dirigidas por Estanislao Beltrán ingresaron a la misma localidad en una caravana de decenas vehículos en una demostración de fuerza, aunque y luego se retiraron a las afueras de Apatzingán.
