Entre las acciones que los activistas proponen realizar para que los particulares celebren el día se encuentran el donativo de ropa, ayudar de cualquier forma a alguien necesitado, convertirse en donador de órganos, entre otras. ARCHIVO
Un hombre puede provocar grandes movimientos aún después de su muerte, ese es el caso de Enrique Gotz, un activista muy querido que logró que un grupo de amigos se reuniera y decidiera rendirle homenaje instituyendo un día que llamara a realizar buenas acciones silenciosas sin esperar recompensa alguna.
Así, a través de comunidades y posteriormente haciendo uso de la página dibujaunasonrisa.com y, con el paso del tiempo, de las redes sociales más populares, empezó a celebrarse un día que más que de caridad es de solidaridad, iniciativa y responsabilidad humana (según se considera), el Día del Pequeño Gran Gesto, que inició en 2006 y que para 2011 ya contaba con el apoyo de 200 instituciones a nivel internacional y se venía celebrando en distintos países alrededor del mundo.
En total, son treinta países los que se unen a la causa de este día, alentando a realizar 'buenas acciones' que beneficien al prójimo y, como se dijo en un principio, que sean 'silenciosas', es decir, que no se necesite divulgarlas para estar satisfecho de haberlas realizado.
Particularmente en el caso de países sudamericanos como Chile y Argentina, la iniciativa es muy popular en las empresas, que han realizado limpieza en playas, parques y paseos públicos, así como campañas de reforestación, llevando las acciones humanitarias al escalón comunitario.
Entre las acciones que los activistan proponen realizar para que los particulares celebren el día se encuentran el donativo de ropa, ayudar de cualquier forma a alguién necesitado, convertirse en donador de órganos, donar sangre, perdonar a alguién o pedir perdón, sumarse como voluntario a alguna buena causa y llamar a algún familiar o amigo que se encuentre solo.
^AC
