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México: APEC, bloques y proteccionismo

JULIO FAESLER

La semana pasada el presidente Calderón asistió a la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), cuyos 21 miembros representan el 40.5 por ciento de la población mundial, el 54.2 por ciento de su PIB (Producto Interior Bruto) y el 43.7 por ciento del comercio mundial.

El evento confirmó una vez más la pujanza de las economías asiáticas que están creciendo en promedios muy superiores a los de los países del Occidente. India, por ejemplo, está calculando un crecimiento del 6% para este año, mientras que China espera aumentar su PNB en un 8%. La crisis no ha afectado tanto a los países de Oriente debido a que sus estructuras financieras e industriales han mostrado mayor solidez y, sea dicho de paso, a que han sabido proteger la productividad de los sectores sociales más vulnerables.

México evidencia una pronunciada dependencia del mercado de los Estados Unidos que nos ha contagiado su recesión. Hay, sin embargo, entre nosotros quienes proponen como remedio a nuestros atrasos, fundir nuestras economías en una sola norteamericana que podría incluir la canadiense.

Pero hablando de bloques, después de dos días de conversaciones, los líderes de APEC pospusieron de forma indefinida la principal meta que dio vida a APEC y constituir la mayor zona de libre comercio del mundo. Mejor optaron por seguir explorando sus posibilidades.

Los motivos de la decisión son los mismos que mantienen en punto muerto las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha, a saber la insistencia de los países ricos en mantener vivos sus subsidios

En el fondo de la cuestión están las reglas del antiguo GATT heredadas a la OMC convenidas entre los países que desde hace tiempo alcanzaron la competitividad suficiente con la que ahora pretenden imponer sus productos y servicios en los mercados internacionales. Atrás deben quedar las previsiones que permitan apoyar sectores que no alcanzan el grado de competitividad internacional necesario para avanzar. Para nadie debe haber subsidios a la ineficiencia.

En la reunión de la APEC hubo, pues, la conocida condena al proteccionismo y a los subsidios de todo tipo. Pero los países más ricos sistemáticamente destinan apoyos y preferencias a su agricultura ineficiente y a ciertas industrias sensitivas que les facilitan competir deslealmente en los mercados de los países en desarrollo. Se protegen así con medidas que los demás no debemos emplear.

En la reunión de APEC, México expresó su firme condena a las medidas proteccionistas que "están destruyendo el comercio internacional, pese a las declaraciones de los gobiernos". Acciones como la Cláusula "Compre Americano" de la legislación norteamericanos para el rescate financiero son contrarias al interés del libre comercio.

Felipe Calderón señaló que "...a pesar de que el G-20 desde finales del año pasado, cuando empezó la crisis, invariablemente nos pronunciamos con palabras contundentes en contra del proteccionismo, 14 de las 20 o un poco más de 20 economías que participamos en el G-20 han impuesto, en el último año, medidas restrictivas al libre comercio, proteccionistas; algunos en aranceles y otros en medidas no arancelarias". El presidente mexicano y su homóloga chilena, Michelle Bachelet, fueron dos de los líderes que se pronunciaron con mayor insistencia sobre estos temas.

Preocupa el que México dé tan irrestricto apoyo a las tesis que manejan los países que sólo ven en nuestros mercados su interés exportador insistiendo que dejemos al descubierto, sin preferencias ni protecciones, aun cuando éstas puedan ser indispensables para crear o sólo retener empleos.

Es sabido que muchas industrias mexicanas desperdiciaron la protección de la que gozaron durante muchos años, decepcionando la confianza de los consumidores. Ello no autoriza que, por corregir este entuerto y alinearnos a las reglas hoy en boga, sean sacrificadas a las fuerzas ciegas del mercado globalizado, actividades básicas que sostienen niveles de vida y empleos en zonas rurales o industrias que, al igual que sucede en países desarrollados, requieren preferencias comerciales y defensas arancelarias en tanto se acoplan a la competitividad. Sin embargo, el programa de desgravación arancelaria que hemos emprendido en México tiene por meta llegar a la eliminación completa de tarifas.

Las conclusiones de la última APEC revelan la necesidad de encontrar la forma de defender los derechos de los sectores pobres del mundo a una existencia digna, mientras se insertan a los mercados mundiales. Los líderes indicaron que se necesita "un nuevo paradigma de crecimiento".

En su discurso, el mismo Barack Obama declaró que el mundo no puede "seguir con las mismas políticas que han obligado a un crecimiento desequilibrado".

Aún hay tiempo para que en México lo entendamos.

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