Rafael Márquez se adjudicó la antifigura. La presión la traía desde su arribo a Columbus. Falló, increíble, en el primer gol del rival. Y se hizo expulsar cuando México había mostrado cierta mejoría. (Jam Media)
Sí, la presión lo corroe cada que enfrenta a Estados Unidos. Peor aún, tiene la cualidad de fallar con la Selección Mexicana de Futbol, pese a su jerarquía como internacional mexicano. Sí, tal cual le sucedía a Hugo Sánchez.
Hoy, Rafael Márquez se adjudicó la antifigura. Porque no pesó su experiencia como integrante del Barcelona. La presión la traía desde su arribo a Columbus. Furioso, evasivo, sin deseos de hablar, se reflejó en la cancha: falló, increíble, en el primer gol del rival. Y, para colmo, se hizo expulsar cuando México había mostrado cierta mejoría.
Aplicó una grosera "plancha" sobre el portero Tim Howard, desesperado, inocente, en pos de un balón perdido.
Al final, obligado por la Federación Mexicana de Futbol (FMF), dio la cara, sin la vergüenza que procuraron sus palabras: "Vengo a disculparme públicamente por mi actitud en el campo. Ya lo hice con mis compañeros y cuerpo técnico. Me equivoqué. Cometí un error y eché a perder el trabajo que habíamos hecho; pero cuando las cosas no te salen, hay impotencia, por eso me disculpo públicamente".
Márquez se instaló con ello, entre los mexicanos más indisciplinados de la historia.
En duelos oficiales con el Tri suma cuatro tarjetas rojas: una en Copa Mundial, dos más en eliminatorias y la otra en Confederaciones. Dos de ellas contra Estados Unidos.
Ahora, la pésima estadística que pesa sobre este futbolista mermó al conjunto en el minuto 64, al ver que Howard se hacía del balón para contener uno de los pocos intentos del Tri.
Rafael Márquez se perderá, al menos, el cotejo ante Costa Rica del próximo 28 de marzo.
MÉXICO ESTARÁ EN EL MUNDIAL: ERIKSSON
Regresó esa sonrisa que asusta, la del sueco Sven-Göran Eriksson, que a pesar de la derrota ante Estados Unidos y el pobre futbol de su equipo, insiste en que México estará en el Mundial Sudáfrica 2010.
Aún cuando señaló que confía en su trabajo, dejó abierta la posibilidad de una medida drástica por parte de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). "Mi futuro no depende de mí, yo quiero estar en México mucho tiempo, pero no sé". Atento, le escuchaba Justino Compeán, presidente del organismo, con el rostro trabado por la derrota.
El técnico sueco aseguró que México jugó su mejor partido como visitante desde que lo dirige y aún así no alcanzó para siquiera empatar. Con esto el técnico defiende a su equipo y asimismo con lo que tiene a la mano.
"No sé si la gente no confía en mí, pero yo sí, tenemos que trabajar y meter goles", comentó Eriksson, a quien nunca se le borra la sonrisa, ni en momentos de más apremio.
Con el rostro más pesado, se vio a los jugadores, que desfilaron al camión con la amargura de caer otra vez ante Estados Unidos. "Este partido no lo merecíamos perder", dijo el portero Oswaldo Sánchez.
Frustrados recurren a los golpes
La frustración por la derrota llevó a los mexicanos a buscar los golpes en un intento por liberar la frustración. Las burlas de Frankie Hejduk al final del partido detonaron el coraje de los mexicanos, quienes buscaron el desquite con los puños al no encontrar armas deportivas en la cancha.
En la entrada a la zona de vestuarios, el zaguero estadounidense se burló de los mexicanos, lo que provocó que elementos como Guillermo Franco, Carlos Ochoa y Rafael Márquez buscaran alcanzarlo. La gente de seguridad del Crew Stadium detuvo a los elementos mexicanos para evitar que el incidente pasara a mayores. "Yo lo escuché, me di cuenta claramente que dijo que nos faltaban 'pelotas'" explicó Franco.
Hejduk se defendió: "Nunca los insulte, entré celebrando y ellos me interpretaron mal, pero no pasó nada, fueron las emociones después de un juego y hasta ahí".
