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Recuerdos del Ayer

Sergio Luis Rosas

Dejó el futbol para ser doctor

Marco Antonio Alonso, uno de los grandes prospectos del desaparecido equipo Laguna en los inicios de la década de los años setentas, regresó después de varios años a la Comarca para dirigir al Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo en el quincuagésimo segundo Evento Prenacional de los Institutos Tecnológicos de la Zona III, celebrado la semana anterior en esta ciudad.

Ahora vive el futbol desde la dirección técnica con la misma pasión que cuando jugaba de extremo derecho o centro delantero en la Ola Verde.

Entrevistado al término de la gran final contra el Instituto Tecnológico de La Laguna, en la cual su equipo quedó subcampeón, Marco Antonio se detuvo a la orilla de la cancha para recordar su llegada al Laguna en la temporada 1970-1971, cuando lo dirigía el inolvidable húngaro Jorge Marik.

El jugador originario de Coyote, Coahuila, recordó que fue Esteban “Cachuchas” Méndez quien de la Selección Laguna, que participó en el Campeonato Nacional de Futbol, celebrado en 1969 en Oaxtepec, Morelos, lo llevó a las Reservas del Laguna en 1970, siendo entonces cuando Jorge Marik lo vio jugar y ordenó que lo contrataran.

En ese Campeonato Nacional de Futbol había compartido el título de goleo individual con un jugador de la Selección de Guerrero, y destacó en el mismo por su técnica individual, rapidez y gran capacidad para jugar tanto de extremo derecho como de centro delantero. Era la época de jugadores finos y talentosos en el futbol mexicano, como Luis “Chino” Estrada, quien militó en el equipo León, en Cruz Azul y en la Selección Nacional, y Marco Antonio Alonso tenía esas cualidades.

La joven promesa lagunera le llenó el ojo al técnico Jorge Marik, quien no tuvo tiempo de debutar a Marco Antonio, el cual debió esperar dos años para que finalmente el técnico Arpad Fékete, “El Amo del Cerrojo”, lo debutara en la temporada 1972-1973 en un partido contra Toluca en la “Bombonera”, ahora Estadio Nemesio Díez, el cual perdió Laguna 1-0.

El día de su debut profesional el Laguna jugó con Francisco Castrejón en la portería, Francisco “Oso” Ramírez, Pedro Salinas, Valdemar García y Ángel Guillén en la defensa, José Antonio Rodríguez, Claudio Lostanau y Octavio Díaz en el medio campo, Marco Antonio Alonso, Héctor “Bambino” Veira y Miguel Ángel Miccó en la delantera.

A partir de ahí empezó a jugar con cierta regularidad en el cuadro titular de la Ola Verde, entre sus partidos memorables está la final del Torneo de Copa 1973-1974, que disputó el Laguna contra Cruz Azul, habiendo ganado la Ola Verde en el partido de ida 2-1 en el Estadio de San Isidro con goles de Carlos Eloir Pierucci y José Antonio Rodríguez; en el juego de vuelta perdieron 3-0 en el Estadio Azteca, coronándose campeones los Cementeros por marcador global de 4-2.

Al término de la temporada 1973-1974 se vio obligado a retirarse del futbol profesional, ya que su padre, el profesor José Luis Alonso de la Rosa (QEPD), lo puso en la disyuntiva de que se decidiera por el futbol o los estudios, optando por concluir su carrera profesional en la Facultad de Medicina de Torreón de la Universidad de Coahuila.

La despedida del Laguna fue dolorosa, sus compañeros de equipo recuerdan que en su último día de entrenamiento les dijo adiós entre el llanto y el dilema de obedecer al padre.

En junio de 1976 se graduó, su internado lo realizó en la Clínica 76 del IMSS en Torreón y el servicio social en el poblado de Huisquilco, Jalisco.

En mayo de 1979 quedó adscrito como médico familiar en el ISSSTE de Nuevo Laredo, en donde actualmente desempeña el cargo de jefe del área de consulta externa en esta clínica.

El “gusanillo” por el futbol lo llevó en 1983 a ser entrenador de la Selección del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, en donde coincidió con Gerardo “Pantalones” Lupercio, a quien admiraba por haber anotado el gol que le dio el ascenso a Primera División al Laguna contra Zacatepec en la temporada 1967-1968. A propósito de Gerardo Lupercio, dijo Marco Antonio tener conocimiento de que había fallecido hace un año en California, Estados Unidos.

Aun cuando vive retirado del futbol profesional, su vida está repartida entre el ejercicio de la carrera de médico y el cargo de entrenador de la Selección del Tecnológico de Nuevo Laredo México, población en donde “echó raíces” en compañía de su esposa Martha Franco, hermana de José Valerio “Popo” Franco, quien fuera su compañero de equipo en el Laguna.

Al regresar a la Comarca lo invade la nostalgia y el recuerdo de que tenía las condiciones necesarias para triunfar en el futbol profesional, pero debió decidirse por su carrera de médico.

¡Hasta el próximo miércoles!

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