Se ha comprobado que la gente que tiene una vida sexual activa y placentera, tiene tendencia al buen humor.
Hacer el amor es considerado uno de los actos más placenteros que ofrece la vida, y se lo considera aún más al saber que disfrutando de nuestra pareja, se puede obtener mucho más que simple satisfacción sexual.
A lo largo de los años, numerosos investigadores se han dedicado a probar y comprobar los múltiples beneficios que conlleva el sexo, a pesar de que si hacer el amor fuera solamente eso y no trajera ventajas adicionales, de cualquier modo la gente lo haría tanto cómo hasta ahora.
Dejando de lado las enfermedades de transmisión sexual y tomando en cuenta que haya amor y protección de por medio, los actos eróticos entre las parejas pueden tener ganancias insospechadas.
Por tal motivo, recopilamos una serie de estudios al respecto y consultamos al terapeuta sexual Eduardo Ramos, quien además nos dio algunos consejos para mantener en buen estado la relación de pareja.
Una fuente de juventud
Mucho se ha discutido si el hacer el amor puede o no rejuvenecer a las personas, sin embargo el simple hecho de mantener una vida sexual activa ayuda a que el cuerpo se mantenga en buen estado.
El “rejuvenecer” como tal depende mucho de los estados espiritual y sicológico en que se encuentre cada persona, pero en efecto, alguien que se conserva ágil, tiende a lucir más joven.
¿Hace bajar de peso?
El sexo es uno de los deportes más seguros; fortalece y tonifica casi todos los músculos del cuerpo.
El doctor Ramos asegura que al tener una relación sexual se pueden quemar muchas calorías. “Hacerlo diariamente puede ser equivalente a una ida al gimnasio, aunque se bajarían sólo unos gramos. Para que el sexo ayude a perder unos kilos, tendría que ser una rutina constante”.
Combate enfermedades
Tranquilizante, analgésico y antihistamínico natural, todo eso es el sexo. Alivia los dolores de cabeza al mitigar la tensión de los vasos sanguíneos del cerebro y puede ayudar a combatir el asma y la sinusitis.
Balancea el equilibrio entre el colesterol bueno y el malo y al mismo tiempo reduce el exceso de este último en el cuerpo.
También aminora la aparición de dolores. Algunos estudios indican que el mantener sexo reduce las jaquecas y dolencias en general.
Por su parte, el terapeuta sexual expuso que algunos estudios han comprobado, sobre todo en hombres, que el tener relaciones coitales y orgasmos disminuye la incidencia de enfermedades cardiacas.
“Aumenta la circulación sanguínea. La excitación sube la frecuencia cardiaca y hay una mayor irrigación de sangre en el cuerpo, lo cual ayuda a tener una mejor circulación”, dijo Ramos.
Aleja el mal humor
Se ha comprobado también que el sexo es una cura instantánea para la depresión porque al practicarlo se liberan endorfinas en el flujo sanguíneo, creando un estado de euforia que a la vez deja un sentimiento de bienestar.
“La gente que tiene una vida sexual activa y placentera, tiene tendencia al buen humor”, comenta Eduardo Ramos. “El tener buen humor disminuye la tendencia a infartos, porque reduce el estrés”.
Ni tanto que queme al santo...
Pese a lo recomendable que sea tener relaciones sexuales, éstas no deben afectar la vida cotidiana, asegura el terapeuta. “Hay gente que deja el trabajo, la escuela u otras obligaciones por atender al llamado del cuerpo. Esto raya en la patología”.
Algunos de los problemas que surgen del exceso es la irritación en las mucosas vaginales o peneales.
“En las mujeres, explica el médico, ocurre algo llamado ‘la cistitis de la luna de miel’, que se da por demasiada manipulación cerca de las vías urinarias, el área se inflama y provoca infección, inflamación o dolor al orinar”. El nombre de dicho padecimiento se debe a que les ocurre con frecuencia a las recién casadas que en la luna de miel tienen mucha actividad sexual”.
Hay quienes por diversas causas nunca han tenido relaciones. Dicha situación o decisión puede tener, en algunos casos, ciertas consecuencias.
“El no tener relaciones sexuales no es una enfermedad. Es posible vivir sin tenerlas. Puede que sea más difícil, pero no es imposible”, apuntó Ramos.
Añadió que el nunca haber tenido coito no conlleva daños sicológicos, pero sí en cambio el llevar una vida sexual insatisfactoria, ya que quienes viven esta situación tieneden a volverse malhumorados. “Y sin embargo, hay quienes nunca han tenido sexo y tienen un excelente ánimo”.
Estética natural
Se habla mucho de un brillo especial en los ojos, de una sonrisa difícil de ocultar cuando la vida erótica anda sobre ruedas. Toda esa felicidad que traspasa los poros de la piel no es sólo una percepción, sino una realidad.
Pruebas científicas han comprobado que cuando la mujer tiene relaciones, produce gran cantidad de estrógenos, lo que vuelve al pelo brillante y suave. También trabaja en los tejidos de la piel y hace que sea más tersa.
El sexo reduce las posibilidades de sufrir dermatitis, espinillas y acné; y el sudor producido limpia los poros y hace brillar a la piel.
A la par del efecto estético, el mayor beneficio sobre la piel es la sensibilidad, señala el experto en parejas. “Mientras más se conozca al otro, la piel se hace más receptora a sus caricias y esto beneficia, a la vez, a las relaciones sexuales”.
Cuando el deseo se va
Es sabido que con el paso de los años, las parejas tienden a aminorar la actividad sexual. “Este ritmo decae por múltiples factores, pero entre los más generales están la pérdida del enamoramiento, los hijos y los factores físicos”, dijo Eduardo Ramos.
Cuando se acaba el enamoramiento, que dura sólo los meses de matrimonio, o hasta el primer año, no quiere decir que se vaya el amor, sino la idealización de la pareja. Pasada esa etapa, sólo queda el amor, que es lo real.
El cuidar de un niño hace difíciles los encuentros sexuales. Cuando son bebés, por lo regular duermen en la cama con los papás y eso los inhibe a tener esos acercamientos.
Después, cuando los hijos son adolescentes, hay tanta preocupación por sus problemas, por los pleitos que hay con ellos y la competencia por su sexualidad, que la vida amorosa queda de lado.
La última causa son los achaques físicos. En la mujer, la menopausia, disminuye la lubricación vaginal y el coito se vuelve doloroso. El hombre tiene menor frecuencia de erección espontánea o ya no puede tener erecciones.
La diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, son enfermedades que también afectan la vida sexual de las parejas.
Mayor atracción
Mientras más sexo tenga una persona, más posibilidades hay de que tenga más. Un cuerpo activo sexualmente contiene mayor cantidad de feromonas, ese sutil aroma que excita al sexo opuesto.
Además, expone el especialista, la gente se vuelve más hábil físicamente porque los músculos se relajan. “Por ejemplo, en el pasado a los deportistas se les prohibía tener relaciones sexuales antes de una competencia. Ahora sucede lo contrario, se han dado cuenta de que es un excelente relajante para los músculos, es como un calentamiento”.
Para aquellos que han perdido el entusiasmo en el enamoramiento, el mejor remedio para no dejar caer la vida sexual de la pareja es la comunicación, puntualizó el terapeuta.
“Si la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye y eso molesta a alguno de los dos, hay que decirlo. Muchas veces la gente se queda con la idea de que el otro ya no se siente a gusto, que ya no lo quiere, o que lo está engañando con otra persona.
“Eso afecta mucho la relación de pareja, pero al hablarlo puede resultar que la razón es el estrés, cansancio o enojo. En el caso de los hombres, disfunciones que se ocultan por vergüenza, siendo que es algo común y con solución en muchos de los casos”, concluyó el entrevistado.
¿Cuántas veces por semana?
Es la pregunta que mucha gente se hace para saber que tan “normal” o “buena” es su vida sexual, pero la verdad es que depende del gusto y ritmo de vida que lleve cada quien.
En estudios se ha dicho que hacer el amor al menos tres veces por semana extiende la expectativa de vida un promedio de 10 años, pero el doctor Eduardo Ramos explica que, si se puede, es saludable todos los días.
