Por lo menos en siete hechos ilícitos se han visto involucrados sujetos fuertemente armados con vestimentas similares a las de corporaciones policiacas en camionetas de lujo.
Últimos acontecimientos violentos en la entidad han causado psicosis entre los ciudadanos
El Siglo de Durango
En Durango podrían estar operando siete comandos armados, mismos que se han detectado cometiendo diversos ilícitos tipificados dentro de la delincuencia organizada; desde el 13 de abril, los hechos delictivos se han agudizado, pero las autoridades competentes en el tema no han proporcionado datos que informen a la ciudadanía las circunstancias que se viven en la entidad por lo que no se sabe a ciencia cierta si es un solo grupo criminal el que ha intervenido en ejecuciones, “levantones” y robos, o son varias células las que trabajan en este territorio.
ANTECEDENTES
En un recuento de los hechos delictivos que se han suscitado en Durango, en la mayoría de los casos tanto la autoridad como las víctimas y testigos han manifestado la presencia de un grupo armado con vestimenta de color negro similar a la de corporaciones federales o de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO), perteneciente a lo que era antes la Policía Ministerial, que a bordo de vehículos de reciente modelo cometen diversos ilícitos.
El pasado 13 de abril, personas que degustaban un plato de mariscos en un establecimiento ubicado en las inmediaciones de la carretera a Mazatlán, observaron cómo un grupo armado interceptó a Marcos Salgado y tras someterlo lo subieron a un vehículo y hasta la fecha no se ha conocido su paradero.
La madrugada del domingo 14 de abril, Iván Sánchez Pulido, de 24 años; Juan Gerardo Rojero Ávalos, de 37; José Arturo Núñez Lozano, de 33, y Cristian Martínez Cabrera, de 28, fueron también “levantados” del interior de un bar denominado Bambúz, ubicado en las calles Negrete y Francisco I. Madero, donde testigos y un familiar de Sánchez observaron a un grupo armado con vestimentas similares a las de agentes, que se dieron a la fuga con las cuatro víctimas a bordo de vehículos de reciente modelo.
En otro de los casos, aunque no se tienen testigos y no se sabe con certeza cómo se registró la sustracción de persona, una denuncia por desaparición señala que el agente José Quiñónez, quien había sido comandante de la UCCO, fue privado de la libertad el martes 17 de abril, justo cuando había dejado su arma y su radio en la corporación pues había salido de vacaciones; días después se encontró su camioneta abandonada por el balneario San Juan, según lo comentaron las autoridades, pero hasta la fecha no se ha sabido nada de él.
El 21 de abril, otro hecho cometido por un grupo armado que poseía fusiles potentes de uso exclusivo del Ejército se atrevió a “levantar” al comandante de la UCCO, Sergio Muñoz, de las inmediaciones de su domicilio, provocando con esto una movilización policiaca que detectó la presencia de los captores en la carretera a Parral y al llegar las patrullas al poblado Donato Guerra fueron rafagueados por los presuntos delincuentes dando muerte a Jesús Rosales Acosta y Alfredo Monárrez Valverde, e hiriendo a dos oficiales más.
En la misma persecución que llegó hasta al municipio de El Oro y más tarde se extendió hasta la zona limítrofe de Durango y Chihuahua, fue asesinado el comandante Sergio Muñoz.
COMARCA LAGUNERA
La ola de violencia se extendió hacia la Comarca Lagunera de Durango, donde un par de granadas de fragmentación fueron lanzadas a la Subprocuraduría de Justicia del Estado y a la Secretaría de Protección Ciudadana y Vialidad de Gómez Palacio, y aunque las autoridades informaron que se trató de un acto no relacionado con la delincuencia organizada, se generó una psicosis entre todos los cuerpos policiacos del Estado.
En la misma Comarca Lagunera se presentaron más actos violentos que afectaron la paz y tranquilidad de los duranguenses como fue el atentado en contra del ex alcalde de Gómez Palacio, Carlos Herrera Araluce, en el que resultaron lesionados él y su esposa.
También se encontró el cadáver de una personas mutilada y se suscitaron varias balaceras que volvieron a causar el pánico en la entidad.
En la madrugada del 14 de mayo, un comando armado, también con armas de uso exclusivo del Ejército y encapuchados, “levantó” a dos personas del fraccionamiento Domingo Arrieta y cuando fueron detectados por la Policía Municipal, éstos fueron “chamaqueados”, pues les creyeron a los presuntos delincuentes que eran agentes federales y minutos después de que los dejaron ir recibieron el reporte de que eran los responsables del plagio de dos sujetos en el sur de la ciudad.
Esa misma madrugada, un comando armado, también con vestimentas de color negra similares a la de los agentes policiacos, interceptó al Gerente del banco HSBC y tras someter a su familia en el interior de su propio domicilio lo obligaron a que fuera, acompañado de varios de los delincuentes, a la sucursal ubicada en calle Nazas, casi esquina con bulevar Dolores del Río, y les entregó 800 mil pesos y ya teniendo el dinero se dieron a la fuga.
Por último, el 18 de mayo, Martha Judith Ávila Lucero, directora de Finanzas del Municipio de Durango, fue interceptada por tres vehículos de reciente modelo de donde bajaron varios sujetos armados y tras “encañonar” a su chofer revisaron su camioneta como si fueran policías, pues andaban con uniformes negros; sin embargo, aunque la Procuraduría manifestó que se trataba de la UCCO, se asegura que en sus vestimentas no tenían ningún distintivo, como lo traen los grupos policiacos, por lo que se presume que no eran elementos de seguridad, pero quizá las autoridades decidieron decir que sí para no alarmar a la ciudadanía.
Numeralia
comandos armados
podrían estar operando en Durango
personas
fueron reportadas como “levantadas” del 13 de abril al 14 de mayo en la capital del estado
45
días
de constantes sucesos delictivos han causado psicosis en Durango
