Durango

Ojuela, aún destella con gran potencial

La drenalina a flor de piel para los amantes del deporte extremo a través de 315 metros de longitud por 95 metros de altura

El Siglo de Durango

Mapimí, DGO.- Las Minas de Ojuela dieron grandes riquezas a todos los habitantes del Bolsón de Mapimí por más de 400 años. Ahora se tiene la forma de volverlas a explotar a través del turismo, por la infraestructura y el valor histórico, pero no las aprovechan las autoridades.

El Conjunto de Minas de Ojuela fue descubierto en 1592 por Fray Servando de Ojuela (por eso el nombre de las minas) y están consideradas como unas de las dos minas que tienen entre sus riquezas oro, plata, cobre, así como 117 diferentes cristales. En el mundo hay otra similar, pero se encuentra en el continente africano.

En 1898, el ingeniero Santiago Minguín dirigió la obra de construcción del Puente de Ojuela, misma que unió el pueblo a la mina llamada Ojuela. El puente colgante de madera y acero y mide aproximadamente 315 metros por 95 metros de altura, con 1.80 metros de ancho y un peso de 112 toneladas.

Las ruinas del pueblo hablan del esplendor y las riquezas que se generaban por la explotación de las minas, así lo atestiguan las casonas de las grandes familias que vivieron en la época de la Colonia.

En sus caminos se respira el poderío y la influencia económica que tuvieron las familias españolas que se asentaron en el lugar, sin embargo al inundarse las minas ya no se explotaron, quedando solamente los vestigios de lo que fue un gran pueblo minero.

Fue en 1939 cuando se dejaron de explotar las minas, hasta la fecha la empresa Peñoles es la dueña del conjunto de Ojuela; actualmente está explotando una, porque 13 de ellas están inundadas. La zona que se está explotando es la San Jorge, de donde se extrae plomo.

Dentro de las minas aún se puede ver cómo es que los trabajadores iban buscando las vetas de los minerales para seguir explotando, por ello se tienen numerosos túneles que llevan hasta los pequeños pueblos de los trabajadores mineros.

Se ve también la construcción de tiros, que son hoyos que se hicieron para transportar los minerales de los túneles más profundos. Algunos de los tiros llegan a medir más de 200 metros, por lo que la caída a uno de éstos representaba la muerte.

Cuando nuevamente la empresa Peñoles decide trabajar las minas, se obtuvieron materiales de los mineros que fueron abandonados cuando se dejó de extraer mineral.

Fue a raíz de estos trabajos que se sacaron materiales antiguos y una mula que se había convertido en momia a causa de los minerales y de la corriente de aire. Algunos de estos artículos han servido para la construcción del museo que se encuentra al interior de la mina.

Dentro de los túneles aún se pueden ver los cristales y cuarzos en sus paredes de mármol sin pulir, así como las piedras que se han utilizado para tapar los tiros y no caer a los pozos que hicieron para llegar a túneles más profundos.

Los guías cuentan cómo es que a través de la presión de aire los antiguos mineros podían explotar las piedras para encontrar las vetas de los minerales, cuando aún no se descubría la dinamita.

En este sitio corren muchas historias y leyendas, hoy es un lugar de alto potencial no para la minería moderna, sino para el turismo.

LOS PROYECTOS

El director de Turismo de Mapimí, Luis Iglesias Montes, informó que se tienen planes para promover el turismo de aventura y así dar a conocer todas las zonas que se pueden visitar en el municipio.

La orografía de este lugar permite a la imaginación de muchos realizar las actividades del deporte extremo, como campismo, senderismo, ciclismo de montaña, rappel, tirolesa, entre otras actividades.

Los visitantes del Puente de Ojuela son prácticamente personas que viven en la Comarca Lagunera, como lo es Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, y pocos turistas extranjeros como de Australia, Japón y otros lugares de Europa.

La mayor afluencia de turismo se tiene en el mes de febrero, cuando se realiza una carrera atlética desde Mapimí hasta el cerro del Puente de Ojuela, donde se llega a captar a más de mil visitantes.

Sin embargo, se tienen proyectos para que la carrera tenga mayor proyección en otros estados, pero se necesitaría incrementar los premios para que se tengan más incentivos.

Uno de los inconvenientes es que en el lugar no se tienen restaurantes ni hoteles suficientes para albergar a los turistas, por ello se requiere la rehabilitación de las casonas del antiguo poblado para que se puedan emplear como albergues.

En el lugar existen puestos de artesanías que han ido cerrando por el poco turismo, por lo que es necesario una difusión efectiva para activar la economía artesanal.

Actualmente se puede acampar en el pueblo, pero se tiene que avisar a los encargados para que se queden en la noche para vigilar.

El municipio de Mapimí poco a poco ha rehabilitado las minas así como el camino y el Puente Colgante de Ojuela que fue considerado como una obra maestra del siglo pasado.

Este puente, a pesar de que por algunos años estuvo deteriorado, en estos momentos se encuentra en buen estado.

El museo de La Mula Momia se encuentra dentro del paseo tradicional de la mina, pero se requieren algunas adecuaciones, así como más objetos para ser mostrados.

Se tienen planes de contratar a un museógrafo para que ayude a darle forma al museo, se piensa exponer algunos de los materiales que fueron extraídos de las minas, así como fotos que muestren el esplendor de la zona.

Dentro del deporte extremo se pretende comprar un globo aerostático que permitirá llevar desde los parajes y miradores naturales de la montaña a recorrer todo el Bolsón de Mapimí y explorar la Zona del Silencio.

Con los recursos materiales y humanos que se tienen se ha logrado mejorar el lugar, sin embargo el Municipio requiere de los gobiernos Federal y Estatal para efectuar estos planes, así como la ayuda de la empresa que actualmente es la dueña de las minas.

Características

El Puente de Ojuela tiene un alto potencial para atraer turismo.

Las Minas de Ojuela fueron descubiertas en 1592 por Fray Servando de Ojuela.

Las minas fueron explotadas por oro, plata, cobre, así como 117 diferentes cristales.

En 1898, el ingeniero Santiago Minguín dirigió la obra de construcción del Puente de Ojuela.

El puente colgante es de madera y acero, mide 315 metros de longitud por 95 metros de altura, 1.80 metros de ancho y un peso de 112 toneladas.

Hasta la fecha la empresa Peñoles es la dueña del conjunto de las 19 minas.

Actualmente está explotando una, porque 13 de ellas están inundadas.

La única zona que está explotando Peñoles es la San Jorge, de donde se extrae plomo.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

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