Durango

Viven los indígenas una triste realidad

En la mayoría de las étnias de la entidad se desconoce el significado de las palabras diputados y leyes

El Siglo de Durango

Margarita de la Cruz tiene 40 años de edad y siete hijos que residen en Santa María de Ocotán. Es una de las miles de indígenas que podrían beneficiarse con la Ley de Derechos y Cultura Indígena del Estado de Durango, una vez que se apruebe por el Congreso del Estado, sin embargo, ella no conoce la palabra diputado, tampoco la de ley y no sabe para qué sirven.

El Congreso del Estado pretende llevar a cabo una consulta con autoridades y representantes de las comunidades indígenas para nutrir la iniciativa de Ley mencionada que presentó el Gobierno Estatal, misma que aún no tiene fecha, pero hay intenciones de llevarla a cabo en el primer periodo de sesiones del tercer año legislativo.

Los objetivos principales son los de preservar su cultura, sus costumbres, su religión y desarrollar en forma integral a las comunidades en temas como el empleo, la salud, la educación y otros rubros.

A Margarita de la Cruz se le dificulta un poco difícil pensar siquiera en el significado de la palabra ley, mucho más se le hace para concebir a un diputado y hace un esfuerzo mayor para tratar de imaginarse el Congreso del Estado, puesto que nunca ha sabido lo que significa.

De entrada se muestra desconfiada a la entrevista y las palabras le salen casi a tirabuzón. Pero se le hacen cuestionamientos más sencillos.

- ¿En qué le gustaría que le ayudara el Gobierno, qué es lo que necesitan?

- Pos dinero, para poner una tienda más grande.

- ¿Le gustaría que tuvieran más empleo?

- ¿Qué es empleo?

- Trabajo, es trabajo

- Pos sí, pero allá nomás siembran maíz y frijol y a veces como en este año muchos no sembraron porque no ha llovido

- ¿Qué es lo que hacen entonces los de su comunidad en Santa María de Ocotán, de qué viven?

- Pos recibir Oportunidades

- ¿Cada cuándo?

- Trescientos pesos cada dos meses

Margarita de la Cruz sigue esperando a su esposo en la Plazuela Baca Ortiz, quien fue a hacer las últimas compras para llevar a la tienda que ellos tienen en su comunidad. Se alcanzan a ver algunas cajas pequeñas de zapatos, una bolsa de pañales, algunas herramientas, una caja con hachas, de las que ella asegura que es lo que ellos venden en el lugar donde residen y que de eso viven, pero la cantidad de productos es bastante pequeña.

De este modo Margarita de la Cruz como muchos indígenas continuarán ignorando si finalmente la iniciativa que se estudiará en el Congreso del Estado podría tener un efecto positivo para ella, su comunidad y su familia.

Ficha técnica

Margarita de la Cruz, indígena de Santa María de Ocotán

· Tiene 40 años.

· Ha sido madre de siete hijos.

· El mayor tiene 23 años y el más pequeño dos.

· Su esposo se dedica a la agricultura, siembra maíz y frijol.

· A veces, como en este año no siembra porque no ha llovido.

· Sus ingresos se basan en el apoyo de Oportunidades de la Secretaría de Desarrollo Social y en las ventas que realizan en su pequeña tienda.

Fuente: Investigación de El Siglo de Durango.

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