TORREÓN, COAH.- Al estar jugando con una pistola de postas, un menor lesionó de gravedad a otro, al que le reventó el ojo derecho y el proyectil se le alojó en el cerebro, por lo que se teme por su vida. El presunto responsable no fue detenido.
Yolanda Ezqueda Moreno, agente en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, Mesa Uno, Coordinación “A”, acudió hasta el área de Terapia Intensiva del Sanatorio Español, donde se encuentra internado Ángel Hiram Lara Ibarra, de 13 años de edad, domiciliado en calle Ortiz Garza No. 123 de la colonia Lucio Blanco, para dar fe de la grave lesión que sufrió.
Según lo manifestado por otros menores que estuvieron presentes en el momento del percance, entre los que se encontraban José Juan Rentería Aguilar, de 15 años, con casa en calle Ortiz Garza No. 125 y Adrián Enrique Molina Marentes, también de 15 años, vecino de avenida Andrés L. Farías No. 122, ambos de la colonia Lucio Blanco, todo ocurrió a las 21:20 horas cuando el primero llevó la pistola de postas.
Otra persona, de la cual no se proporcionó el nombre, se la había ofrecido en venta a José Juan y éste acudió hasta donde se hallaban sus amigos Adrián Enrique y Ángel Hiram, en avenida Cesáreo Castro y calle Ortiz Garza del mismo sector habitacional. La intención es que todos se cooperaran para comprarla y así ir de cacería a un rancho cercano.
En eso estaban cuando hizo su arribo el primo de José Juan, Enrique Alejandro N.N., también menor de edad, quien le pide el arma a su familiar para ver las condiciones en que estaba.
En determinado momento este último apunta con la pistola a la pared de una vivienda cercana y a modo de juego, Ángel Hiram se le atraviesa en los momentos que el otro acciona el gatillo, ignorando que el arma estaba cargada y produciéndose así la detonación.
La posta fue a pegarle en el ojo derecho del menor Lara Ibarra, quien en fracciones de segundo cayó al piso, siendo auxiliado por los presentes, que lo llevaron a casa de José Juan de donde llamaron a los padres del lesionado, para luego trasladarlo al Sanatorio Español.
En esa clínica, los médicos informaron al padre del lesionado, Miguel Ángel Lara Valadez, de 46 años, que no pudieron hacer nada por salvarle el ojo a su hijo, debido al severo daño sufrido con la posta, misma que quedó alojada en el cerebro, estimando que el estado de salud del menor es sumamente grave.
Hasta el momento de redactar la presente información Ángel Hiram permanecía inconsciente y se le practicarían diversos estudios para ver en qué punto del cerebro quedó alojado el proyectil.
