Una novedad de la política es que dos administraciones estatales del mismo partido se comportan abiertamente como adversarios. Así quedó demostrado con la toma de posesión de Maru Campos como gobernadora de Chihuahua (2021-2027). ¿Cómo se construyó esta gran fractura política entre panistas? Sin duda, para entender el conflicto entre Javier Corral y la nueva gobernadora es necesario ver al tercer actor que generó el problema, el exgobernador Duarte.
En esta trama chihuahuense se juegan enfrentamientos, alianzas y rupturas del panismo. ¿Dónde empezó el conflicto que llevó a Maru a decir que era una perseguida política, y a Corral a responder que se trataba de una mitómana? Cuando se escucha el discurso de toma de posesión de Javier, en aquel lejano octubre de 2016, se entiende que su principal agenda fue "romper el pacto de impunidad", la lucha contra la corrupción, frente a la cual dijo que no habría negociación, ni amnistía. En esa línea trabajó los cinco años de gobierno.
En el primer informe de Maru como presidenta municipal de la ciudad de Chihuahua, 9 de octubre de 2017, todo era armonía con el gobernador. Discursos de reconocimiento y apoyo. Al año siguiente, la investigación sobre la corrupción del duartismo logró un hallazgo: se encontraron en la casa del exgobernador cajas fuertes con documentos de una amplia trama que se denominó "la nómina secreta", con nombres y recibos de recursos que se habían entregado en ese gobierno a políticos, diputados, obispos, empresarios, medios y un largo etcétera. Una enorme red de corrupción. En esos papeles -supuestamente- estaba el nombre de Maru Campos, como beneficiaria cuando fue diputada local. A partir de ese acontecimiento se inició el conflicto Corral-Maru.
Desde marzo de 2017 el gobernador inició su política en contra de la corrupción y la llamó "justicia para Chihuahua". Se logró encarcelar a más de 20 funcionarios de Duarte, regresar una parte de los bienes robados y detener a la cabeza, hoy prisionero en una cárcel de Florida, en espera de extradición. La narrativa de Corral, una parte de sus acciones y su voluntad política, estuvieron encaminadas a detener y juzgar a Duarte. Ganó parcialmente, pero no pudo tener la medalla de oro de verlo en una cárcel de Chihuahua. Hoy la gobernadora, a la que se le acusó de beneficiarse de recursos ilegales del duartismo, dijo en su toma de posesión, que en el caso de Duarte "ni perdón, ni olvido". ¿Será cierto? Lo veremos.
En 2021 la ruptura se profundizó y el proceso en contra de Maru siguió adelante. En medio del pleito, la alcaldesa con licencia ganó la candidatura de su partido a la gubernatura y, unas semanas después, empezó su campaña con una vinculación a proceso por el delito de cohecho pasivo. La batalla electoral tuvo dos frentes, la candidatura de Maru que nucleó al PAN con el PRD y al PRI, que declinó por ella y, enfrente, solo quedó Morena. El litigio mediático entre Maru y Corral tuvo diversos enfrentamientos, para ella el gobernador "le hacía la tarea a Morena" y Corral empezó a pagar altos costos porque no quiso hacer excepciones en la lucha contra la corrupción. Maru ganó la elección y Corral declaró que: "jamás nos vamos a pelear con la voluntad popular" y, por lo tanto, se haría un proceso institucional de entrega-recepción.
Unos días antes de la toma de posesión la Fiscalía Anticorrupción del estado curiosamente se desistió de los cargos y Maru quedó libre para su toma de posesión. Hubo un manejo político del expediente y se evaporó este complicado proceso judicial. Ya no se sabrá la verdad jurídica, pero quedarán en la memoria las acusaciones y los rumores.
La ruptura queda, para Maru "acaban 11 años de oscuridad", con lo cual iguala a Corral con Duarte; para el exgobernador, el PAN está en estado de "putrefacción". Corral se preguntó en una entrevista reciente, "¿qué le pasó al PAN para pasar de Castillo Peraza a Marko Cortés?", hoy principal aliado de Maru Campos…
@AzizNassif
