Las tres secciones que integran la colonia Lázaro Cárdenas, en este ayuntamiento, son un asentamiento irregular con al menos una década de existencia y algunas casas están en proceso de regularización; hay mil personas que viven en riesgo por los deslaves del cerro del Chiquihuite, de acuerdo con el Atlas de Riesgo municipal actualizado en 2021. (ARCHIVO)
Las tres secciones que integran la colonia Lázaro Cárdenas, en este ayuntamiento, son un asentamiento irregular con al menos una década de existencia y algunas casas están en proceso de regularización; hay mil personas que viven en riesgo por los deslaves del cerro del Chiquihuite, de acuerdo con el Atlas de Riesgo municipal actualizado en 2021.
Tan sólo en la tercera sección donde ocurrió el desprendimiento de rocas que sepultó cuatro viviendas este viernes, el ayuntamiento contabilizó 92 casas en zona de riesgo; sin embargo, esa cifra de viviendas está en proceso de regularización por el Instituto Nacional del Suelo Sustentable en el Estado de México (Insus).
Las 92 casas cuentan con clave catastral, de las que aproximadamente 50% pagan sus derechos. Incluso para que las autoridades puedan elaborar el censo, deben pedir información al departamento del catastro.
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A minutos de la tragedia del viernes, las cadenas humanitarias llegaronDe acuerdo con el documento que forma parte del Atlas de Riesgo de la Coordinación Estatal de Protección Civil, dicha colonia es considerada una zona de deslave; un domo volcánico constituido por rocas "muy intemperizadas", fuertemente fracturadas y afalladas.
Tiene una altura de 2 mil 730 metros sobre el nivel del mar y anteriormente había ojos de agua en la colonia Lázaro Cárdenas, de los que sólo queda el más grande, conocido como El Pocito.
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Gobernador atribuye desgajamiento a lluvias y sismo de magnitud 7.1De acuerdo con el documento que se puede consultar en la página de la Coordinación de Protección Civil mexiquense, es una parte propensa a los agrietamientos, hundimientos, fallas, fracturas y taludes.
Notificación
Mientras vecinos aseguraron que ya habían advertido a las autoridades del riesgo de desprendimiento, las autoridades municipales dijeron que durante 10 años han notificado del peligro a las comunidades, pero, admitieron que pudo haber habido omisión, pues en días previos al derrumbe no acudieron a la tercera sección para informar del peligro que corrían por las propias características de la zona.
