En la entrada de los planteles públicos y privados se verifica que la temperatura de los estudiantes sea normal. (ARCHIVO)
Los Comités Participativos Escolares han sido pieza clave en este regreso a clases presenciales en el estado de Durango, los cuales forman parte del protocolo de salud. En ellos participan padres de familia y personal docente y administrativo en cada plantel público y privado. Cabe recordar que hasta la semana que recién concluyó, eran 744 planteles de nivel básico, entre ellos 5 planteles de nivel medio superior del estado de La Laguna de Durango, los que regresaron de manera presencial.
En conjunto, la Secretaría de Salud, a través de la Jurisdicción Sanitaria número 2 con sede en Gómez Palacio y la Subsecretaría de Educación Pública, se encargan de la estrategia encaminada a que niños y jóvenes sigan teniendo un regreso seguro a clases, limitando al máximo el impacto de la pandemia.
El coordinador de Promoción a la Salud y Participación Social de la Jurisdicción, Israel Grado Molina, explicó que la estrategia se basa en el cumplimiento del manual para el regreso seguro a clases y consiste en acciones que deben ser implementadas en todas las escuelas públicas y privadas que reiniciaron clases de manera presencial.
FILTROS SANITARIOS
Los comités de cada plantel establecieron tres filtros sanitarios para la detección de posibles casos: para el primer filtro es necesaria la participación de los padres de familia, ya que debe existir en todos los hogares de los estudiantes, pues estarán pendientes de que los menores no presenten síntomas como fiebre.
El segundo filtro se encuentra a la entrada de los colegios, escuelas primarias, secundarias y todas las demás que estén laborando; en él se verifica que la temperatura de los alumnos sea normal, se les pregunta si presentan algún síntoma y en caso de detectar indicios de enfermedad respiratoria, se asigna a un área especial donde el niño, niña o joven pueda estar aislado cómodamente, mientras llegan sus padres. Una vez que hayan llegado sus padres, el alumno es trasladado a la institución médica de la que sea derechohabiente, en caso de no contar con ningún servicio es canalizado al Centro de Salud más cercano para su revisión y en caso de requerirlo, se le realice la prueba para detectar si presenta COVID.
El tercer filtro se encuentra en cada salón de clases donde cuentan con gel antibacterial, se verifica que todos porten de manera adecuada el cubrebocas, se revisa que haya jabón en baños, agua para lavarse las manos y toallitas sanitizantes.
Grado Molina destacó que en caso de detectar algún alumno sospechoso se tomará la precaución de que se encuentre aislado en su domicilio por 14 días, y se le realizará la prueba para descartar que haya sido contagiado.
