AMANDO A NUESTRAS MASCOTAS
Él nunca me dirá mamá ni tampoco tendrá el color de mi cabello, ni heredó mis ojos, pero yo siempre me encuentro reflejada en su mirada.
Él no cuidará de mí cuando llegue a viejo, al contrario, él va a envejecer antes que yo.
Él no va a la escuela, no tiene necesidad de hacerlo, porque él llegó a este mundo sabiéndolo todo.
Él no tiene nada que aprender, el me enseña el valor de las cosas más simples como el poder amar de manera incondicional.
Jamás me dirá te quiero, pero cada vez que me miran sus ojos me gritan te amo.
Quizás no sea mi hijo y tampoco me hizo falta llevarlo en el vientre durante nueve meses, sin embargo yo lo parí con el corazón.
ANÓNIMO
Y ahora para terminar una gota de filosofía: Nacer es un milagro, estar vivo es un regalo, tener salud es una bendición y vivir en paz es la felicidad.