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Guaruras: ¿Niñeras con pistola?

Por Luis Alberto Morales

Torreón, Coah.- La función es proteger al patrón o Principal. Se identifican por la vestimenta, andan en todas partes, su presencia es clave para brindar seguridad. El guarura o escolta ofrece protección arriesgando la vida por un extraño a cambio de un salario.

La tendencia es desplazar el concepto del guarura mal encarado y golpeador, ahora se busca el escolta garantía de seguridad que utiliza la inteligencia. En ocasiones la capacidad está reñida con la buena paga.

En la calle se puede observa la conducta del guarura, a veces son prepotentes, pero ellos no actúan sin una orden. Su conducta es la extensión del comportamiento del patrón.

?Pepe? es un guarura en activo, comenta que hay diferentes tipos de patrones.

?Algunos son prepotentes, otros no. A unos les gusta que les hagas caravana, que les quites los carros del camino. También hay discretos que te piden actuar con cautela?.

Con el adulto o jefe de familia todo es más sencillo, su recorrido es el mismo, de la casa a la oficina, después asuntos de negocios y de nuevo al hogar.

El escolta es digno de confianza. En ocasiones les toca trabajar con la señora de la casa y el patrón está fuera de la ciudad, ?algunas son muy ?sancheras? y uno las debe esperar hasta que terminan?, dice ?Pepe?.

El trabajo con el ?junior? definitivamente es complicado, ?hay unos que son un problema, se buscan puras broncas, saben que están protegidos?. En ocasiones, son los amigos del Júnior los que azuzan a los guaruras para divertirse.

Sobre el rumor de las riñas entre los escoltas, donde los jóvenes patrones los llaman perros o guarros ?Pepe? dice: ?Al principio se daban los pleitos, pero entre guaruras pactamos una alianza para dejar de entretener a los niños bien a costa de nuestras peleas?.

A los juniors los cuidan más de noche, cuando salen a los antros, a veces se acaba la función y se van a otro lado a tomar, se termina la bebida y recurren al guarura para que compre más alcohol u otro tipo de vicio, según sea el gusto.

La familia desplazada

El principal problema que enfrenta el guarura, escolta o agente de seguridad es el distanciamiento y el reproche de la familia. El tiempo que deberían estar con su pareja o sus hijos se lo pasan cuidando a otra gente.

?Papá si quieres te pagamos para que nos lleves a pasear?, es la recriminación más severa que puede hacer el hijo de un guarura y el problema se agrava, porque el día de su descanso, lo único que quiere es tomar un respiro hondo.

Las vacaciones llegan en función de las salidas del patrón, los días que están ausentes pueden convivir con su familia. Algunos aprovechan para capacitarse. Al menos en un año se toman cuatro o cinco descansos para romper la pesada rutina de vigilancia.

Las prolongadas ausencias del jefe de familia también generan malestar con su esposa, cuando la paga no es buena los reclamos y peleas son más constantes, en ocasiones un buen ingreso permite llevar una mejor relación en el hogar.

?Pepe? para realizar su trabajo se rige por esta norma: ?uno debe ganar bien porque tú vida está pagada, por eso también se busca la seguridad de la familia?.

Trabajan con las uñas

Para prestar un servicio integral, el guarura debe tener el mínimo equipo y que esté buenas condiciones, se debe contar con radio y vehículos en buen estado.

?A veces el patrón anda en un BMW y el guarura en un auto sedán y así quieren que no pierdas la huella?, comenta ?Pepe?.

El guarura o escolta gana mínimo de seis a ocho mil pesos y máximo de diez a 12 mil al mes. También se contempla el pago de la cena.

?Si el patrón está enojado se hace ?güey? y no te da dinero, piensa que te hace un favor?.

El horario es otro martirio. Las actividades inician a la 8:00 horas con el jefe y a veces terminan a las 4:00 horas con el hijo. Al día siguiente el patrón quiere su escolta lista a primera hora.

Los fines de semana el trabajo se enfoca al hijo o hija de la familia, la salida es a las 22:00 horas y el regreso si bien les va es a las 3:00 horas, en ocasiones el guarura le pone fin al reventón, el ?júnior? acepta, pero al llegar a casa se vuelve a salir.

?En ocasiones se pelea un ?cherry? contra otro. Entonces quieren que los guaruras se partan la m... por ellos, al final no te respaldan y hasta pierdas la chamba, por eso hacemos acuerdos, tú agarras a tu niño y yo al mío?.

Los convenios son respetados por cerca de 80 guaruras que no pertenecen a los grupos de seguridad de las diferentes empresas en la región. Hay registros de conflictos entre los agentes libres y los integrantes de la seguridad de familias como los Herrera o los Rodríguez.

Broncas gratis

Los problemas más comunes los hacen los sujetos no son de abolengo y tienen guaruras, cuando andan tomados les brinca lo corriente y empiezan a armar la bronca, ?entonces tú sabes si la paras o la haces más grande?, señala ?Pepe?.

Algunos patrones jóvenes son más discretos, consiguen su droga y se van con los amigos a un hotel, al respecto ?Pepe? comenta:

?Otros le dicen a los padres, nos vamos a quedar en la casa de fulanito, pero no es cierto, a veces los dueños de la casa ni están y se hace el problema?.

Cuando los juniors se juntan los guardias también conviven y están en la puerta esperando a que salgan los patrones. La escena es típica:

?Tres niñas salen, se están cayendo de borrachas, suben al carro y regresan, la cara les cambió, ahora parece que están sedadas?, dice el guarura.

El escolta debe guardar silencio, no puede contar lo sucedido, siempre llevará la de perder.

?Si se te ocurre hablar con el papá, aparece el primer riesgo, no te creen y se molestan por que levantas falsos a su hijito?.

El segundo riesgo es más duro, ?los papás te creen, regañan al niño pero éste te agarra coraje, al día siguiente cuando van a la escuela salen de prisa, tratan de perderse, o en el peor de los casos le dicen a su papá cualquier chisme y pierdes el trabajo?.

Jueves de ?Hangar?, viernes en ?D? Var?, sábado a ?Pi-Kyu? y domingo Galerías o Cuatro Caminos. En la mayoría de las ocasiones los guaruras se quedan afuera esperando. En los eventos públicos o donde asiste gente de diferentes clases sociales a veces pagan una entrada, ?algunos son muy codos?.

?Pepe? dice que ahora está de moda que las ?niñas bien? se pongan hasta el ?chongo?, las consecuencias de abusar del alcohol se manifiestan, la necesidad de ir al baño es la misma en cualquier persona, es entonces cuando empieza el espectáculo al orinar en la calle, los cajeros automáticos o cualquier inverosímil lugar.

El riesgo a la orden del día

?Como guarura estás consciente de que cualquier día tienes que arriesgar la vida, el balazo siempre lo debe recibir uno, si se llegan a llevar a tu patrón fue porque quedaste muerto o inutilizado?, advierte ?Pepe?.

El arrojo y la lealtad del escolta para con su patrón se incrementa en función de la relación laboral que llevan, el buen trato siempre va a tener mejores resultados. Cuando el jefe es muy hosco y la paga es mala, en un caso de emergencia es probable que el escolta mal tratado desaparezca o llegue tarde para entrar en la defensa.

Cuando se presenta una agresión o un intento de secuestro, el escolta debe entrar en acción, si rehuye se ?chamusca?.

?Por eso si el patrón paga poco pero ahí andas entonces debes cumplir el trabajo?, asegura el escolta con más de cinco años de experiencia.

?Es como al perro, la verdad suena fea la comparación pero sí al animal le das de comer, lo concientes, pues te me mueve la cola y cuando hay peligro se lanza sin pensarlo dos veces; pero si le pegas y no lo alimentas, un día se te puede echar encima?.

De este modo en el trato diario con el escolta, es importante considerar los detalles, cultivar la relación.

?Cuando hay buen trato uno piensa, si me perjudican al patrón de qué voy vivir, así se amplía la defensa?.

Guarura sinónimo de status

La mayoría de las personas que tienen guaruras es por necesidad, algunos tienen años con ellos, otros empiezan a tener suerte en los negocios y consideran que requieren de protección, pero en fechas recientes, algunas personas deciden contratar un escolta sólo porque sus amigos tienen el servicio.

?Hay gente que los ve grandotes y feos y piensa que ya se consiguió un buen guarura, algunos no saben nada, pero eso sí, andan de gatos de sus patrones, los usan como un distintivo social?.

Por lo general el escolta no es valorado, el patrón piensa que paga al que no hace nada.

?El trabajo es vigilar y prever cualquier situación de peligro. Sólo los que ya sufrieron una agresión o fueron víctimas del secuestro saben la importancia de nuestra profesión?.

Otro recurso

También es posible garantizar seguridad de un funcionario o empresario mediante el uso de la inteligencia. ?La capacitación constante por parte de expertos en la materia permite mejorar tu nivel?, dice Juan Alejandro García Rodríguez, gerente de Servicios de Seguridad, Investigación y Defensa (SSID).

Dentro de la nueva tendencia de los servicios de escoltas, la empresa Servicios Seguridad Investigación y Defensa se rige en la seguridad estricta y la confidencialidad.

?En el 99 por ciento de los casos aplicamos la inteligencia y el resto el uso de algún tipo de arma?, comenta Juan Alejandro García Rodríguez.

No todas las personas recurren a la protección privada, alguna gente empieza a prosperar en sus negocios y se siente blanco de alguna agresión o secuestro ?Express?, es cuando se decide por la asesoría.

?Existen cursos que le permiten a la persona adquirir los conocimiento mínimos de defensa personal, identificación de sospechosos, detección de vehículos en seguimiento, planeación de rutas alternas de escape, entro otras habilidades?, comenta el especialista en seguridad.

Actualmente en SSID se ofrecen servicios a empresarios extranjeros que por razones de negocio tienen que visitar la región. De ahí la importancia de informarse mediante los diferentes medios de los acontecimientos que se registran en la Comarca Lagunera.

Juan Alejandro García opina que el guarura mal encarado y con fama de golpeador tiende a ser obsoleto y agrega: ?El mejor escolta es el que puede hacerse pasar por tu amigo, estar cerca del Principal y actuar en el momento exacto?.

Adiestrado por personal del SWAT en San Diego, por elementos del Ejército de Israel en su visita a Aguascalientes e intercambiando experiencias sobre tácticas antisecuestros en Finlandia, el joven empresario de seguridad dice que en México, el Principal sigue con el mal hábito de no respetar a su escolta.

?A veces los quieren traer de mandaderos, piensan que así desquitan el salario, pero qué pasa si se registra una agresión cuando el escolta fue por unos refrescos a la tienda?, señala García Rodríguez.

Otro de los servicios importantes que ofrece la citada empresa de seguridad, es la asesoría a los patrones para que evalúen el desempeño de sus escoltas y puedan detectar conductas inapropiadas que en un futuro los pueden perjudicar o dañar a su familia.

?El Principal confía en su escolta, pero nunca está de más observar sus actividades en el tiempo libre o en los tiempos muertos?, dice Juan Alejandro García y agrega que el factor sorpresa siempre está a la orden del día.

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